Plato principal del día: posible reforma del delito de sedición. Como pueden imaginar, la prensa de orden pide el frasco de las sales.

"En la práctica supone casi una invitación a delinquir acompañada de una petición de disculpa retroactiva"

Ignacio Camacho (ABC)

Uno de los amanuenses más soliviantados es Ignacio Camacho, que clama en ABC que se trata de “Desarmar el estado”. Así lo pone en el encabezado. En la letra menuda va un paso más allá: “El conjunto de medidas de 'desjudicialización' que el Ejecutivo trapichea con sus aliados supone ni más ni menos que el desarme jurídico del Estado ante cualquier intento futuro de subvertir el orden democrático. En la práctica supone casi una invitación a delinquir acompañada de una petición de disculpa retroactiva. Ustedes perdonen, señores sediciosos, nos pasamos de susceptibles; pueden «tornar-ho a fer» con todas las garantías”.

Para El Mundo, la cuestión merece honores de primera, con este titular: “La UE castiga la sedición del 1-O con penas más altas”. La primera trampa es que en ningún estado de la UE se ha dado una situación como la del referéndum de Catalunya. La segunda y más gorda, que las leyes que se pretende comparar se refieren a cosas más graves que poner unas urnas de plástico y votar. En el editorial del diario dirigido por Joaquín Manso vemos lo que molesta de la hipotética reforma de la ley: “Si logra la mayoría absoluta en el Congreso y rebaja de forma sustancial el castigo máximo que el Código Penal contempla para el delito de sedición, lo que el Ejecutivo hará de facto es perdonar a sus socios a conveniencia. Que el Gobierno legisle ad hoc para favorecer judicialmente a sus aliados políticos es un camino que se desvía de los mínimos estándares de cualquier país democrático”.

En la página anterior, Arcadi España se pone solemne sobre la reforma. Solemne y exagerado, como van a ver en la comparación que se saca de la sobaquera: “La reforma que ahora planea el Gobierno va a establecer, desde el corazón mismo del legislador, que al que se levante desde una posición de indiscutible autoridad contra la nación, es decir, contra los derechos de los ciudadanos, paralizando el funcionamiento de la ley, fracturando la comunidad política, arruinando moral y económicamente a una parte del territorio y degradando internacionalmente el crédito del Estado, le espera pena similar a la del adicto tembloroso que armado de un cuchillo de pelar obliga a que le den los 40 euros de la caja registradora y huye sin más daño”.

Para el editorialista de La Razón, la cosa es gravísima. ¿Tanto? Sí, incluso más que aceptar la renovación del cupo, para que se hagan una idea: “Se trata de una cuestión con una profunda carga política, cuyos efectos electorales pueden ir mucho más allá que la inequidad en el reparto de los fondos autonómicos o en las cesiones del llamado «cupo vasco», que privilegia la financiación de una región, ya de por sí rica, sobre el resto, pero que es trágala acostumbrada con los gobiernos en minoría parlamentaria”.

"Querido lector, tenga usted en cuenta que desde ahora tendremos un pufo vasco magnificado"

Mikel Buesa (Libertad Digital)

Ya que nos ha aparecido el cupo, les gloso ahora una pieza titulada “El pufo vasco se hace sanchista”. La firma en Libertad Digital Mikel Buesa, distinguido odiador de la singularidad foral. Les copio y pego el último párrafo: “Ya se ve que, con Sánchez, ni siquiera se guardan las formas, tal vez porque basta una de esas sonrisas que ocultan lo que se pacta bajo cuerda. En fin, querido lector, tenga usted en cuenta que desde ahora tendremos un pufo vasco magnificado. Me temo que sin remedio, pues, pese al esfuerzo que hemos desplegado los que hemos estudiado el asunto, predicamos en un desierto político en el que también habita la alternativa al socialismo sanchista”.

De vasco españolista a vasco españolista, también en Libertad Digital nos encontramos a Cayetano González como la matraca habitual. Y que no falete la mención a Xabier Arzalluz: “El PNV siempre está ahí, atento al "cacho" que pueda sacar en Madrid. Ya lo dijo en su día el otro hora líder de este partido, Xabier Arzalluz: "Madrid es un zoco, donde todo se compra y todo se vende". Buena experiencia de cómo es el PNV la tiene Rajoy, que siete días después de que le apoyaran los presupuestos le dejaron tirado y votaron a favor de la moción de censura presentada por Sánchez. No sé si habrá tomado nota de ello el actual líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que parece empeñado, pensando en un futuro, en rehacer las relaciones con el PNV”. Qué obsesión.