MANI VIEJUNA - Para la prensa de orden, ha sido una cumbre a pedir de boca. Tanto, que hasta pinchó la manifestación en su contra convocada por ciertas fuerzas de izquierda. Aquí tienen el choteo de Francisco Marhuenda en La Razón: "Lo más divertido de las manifestaciones que organiza la izquierda radical es que hay más organizaciones convocantes que asistentes. La manifestación, con unas 2.000 personas, no pudo ser más casposa y viejuna".
HIGIENE- La movilización coincidió en día y ciudad con otra contra el aborto. Alfonso Ussía (El Debate) no desaprovechó la oportunidad de demostrar la clase de tipejo que es: "El domingo se convocaron en Madrid dos manifestaciones. Una, multitudinaria, a favor de la vida. Otra, numerosa, en contra de la OTAN. La primera, duchada; la segunda, sin duchar. La primera, esperanzada en el futuro, y más aún después de la sentencia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. La segunda, con el sudor, la suciedad y la estética del comunismo del siglo pasado".
BANDERA SATÁNICA - Hablando ya del sarao en sí, fue muy celebrada entre los opinateros diestros la anécdota de la rojigualda al revés que habían puesto junto a Pedro Sánchez. Juan Carlos Girauta (ABC) se puso en plan Iker Jiménez: "No descartemos lo paranormal. O sea, que al paso del pobre Antonio se pongan boca abajo, por sí solos, las banderas, las cruces, los retratos. Es preferible esa especie de afección satánica involuntaria a la alevosía zapaterina, origen de tantas desgracias españolas". En La Razón, Chapu Apaolaza le daba literalmente la vuelta al chiste: "Mira que si a la bandera le han puesto a Sánchez al revés. Españita está bien y es Sánchez el que está cabeza abajo".
VIVA EL REY - Total, un gran éxito, pero no de Sánchez sino del marido de Letizia Ortiz, como berrea el editorialista de El Debate: "Aunque éste ha tratado de aprovechar al máximo la cumbre en clave propagandística, la magnífica organización y el papel de representación intachable del Rey Felipe VI han permitido proyectar la imagen de país moderno y comprometido firmemente con las libertades y los derechos humanos. Y lo será más cuando tenga un presidente ajeno a aliados como los que tiene el actual, alejados de los valores atlánticos y destructivo para los intereses ibéricos".