Aunque la economía de la zona euro ha mostrado resiliencia frente a las importantes perturbaciones económicas de estos últimos años, es evidente que ha perdido impulso en los últimos tiempos.

Los rumores de recesión en la Unión Europea (UE) llevan meses llamando a la puerta. Tras la considerable recuperación vivida en 2021 y 2022, se prevé que el crecimiento de la zona del euro se ralentice, hasta situarse en el 0,6% en 2023.

El nivel aún elevado, aunque en curso de moderación, de los precios de consumo de la mayoría de los bienes y servicios, ha tenido consecuencias considerables para la economía, a pesar del descenso de los precios de la energía, y la demanda externa no está siendo de mucha ayuda. Al mismo tiempo, el efecto del endurecimiento de la política monetaria se va haciendo patente en la economía, especialmente, en el poder adquisitivo de sus clases medias.

De ahí que el Consejo de Ministros de Economía y el Eurogrupo, hayan definido lo que consideran recomendaciones fundamentales a ejecutar por los gobiernos en el primer semestre de este año 2024.

REDUCCIÓN DE DEUDA Y DÉFICITS

La primera solicitud es la de adoptar políticas fiscales coordinadas para mantener la deuda en niveles prudentes o situar las ratios de deuda en una senda creíble y decreciente. Asimismo, se pide eliminar gradualmente, lo antes posible, las medidas de apoyo de emergencia en materia energética y utilizar los consiguientes ahorros para reducir el déficit.

Eso sí, considera el Consejo de Ministros europeos que, en caso necesario, hay que incluir, en estas estrategias, medidas para seguir aumentando la eficiencia y la calidad del gasto público y mejorar la sostenibilidad y la adecuación de los sistemas de pensiones, de asistencia sanitaria y de cuidados de larga duración.

Junto a una de cal, da también una de arena, pues pide mantener un alto nivel de inversión pública, a fin de apoyar las transiciones ecológica y digital, reforzar la productividad y la competitividad e impulsar la resiliencia económica y social. En ese sentido, considera que se debe velar por la ejecución continuada, rápida y eficaz de los planes de recuperación y resiliencia, incluidos sus capítulos de REPowerEU.

INCREMENTOS SALARIALES

Respecto a las políticas laborales, el Consejo de Ministros de Economía y el Eurogrupo recomiendan, de conformidad con las prácticas nacionales y respetando el papel de los interlocutores sociales, apoyar una evolución salarial que mitigue la pérdida de poder adquisitivo, especialmente para las rentas más bajas, teniendo debidamente en cuenta los riesgos para las dinámicas de la inflación y la competitividad, y evitando asimismo divergencias duraderas dentro de la zona del euro.

Añade que se promueva el reciclaje y el perfeccionamiento profesionales para las transiciones ecológica y digital, entre otros fines. Además, pide aplicar políticas activas del mercado laboral para hacer frente a la escasez de mano de obra y de personal cualificado y aumentar la productividad y el crecimiento.

Y también hace mención expresa de la necesidad de emplear la emigración ordenada como fórmula de corregir los desajustes de nuestros mercados laborales, al exigir que se adopten medidas para facilitar la gestión de la migración legal de los trabajadores de terceros países en ocupaciones con escasez de mano de obra, en plena complementariedad con el aprovechamiento del talento de dentro de la Unión Europea.

INVERSIÓN Y MERCADO

Por último, las recomendaciones del semestre se refieren a la inversión privada, considerando que se deben eliminar los obstáculos a la inversión para reducir la brecha existente en materia de inversión en pro de las transiciones ecológica y digital. Del mismo modo, pide que se mejore el acceso a la financiación, en particular para las empresas y pequeñas y medianas empresas innovadoras y, para ello, seguir avanzando en la profundización y la consolidación de la unión de los mercados de capitales.

Respecto al mercado financiero, señala que se hay que preservar la estabilidad macrofinanciera, mantener los canales de crédito a la economía y evitar el riesgo de fragmentación financiera.

Asimismo, recomienda hacer un seguimiento de los riesgos vinculados al endurecimiento de las condiciones financieras, en particular los relacionados con la calidad de los activos y las posibles correcciones de sus precios, en particular en los mercados inmobiliarios. Y llama a completar la unión bancaria.