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Encogerse de hombros

28 de abril, Málaga. Estaba conmi cuadrilla en pleno viaje delos 40. Entre risas y conversaciones interminables, las elecciones queaquel día se celebraban también se hicieronsu hueco. Allí estábamos, cerveza en mano,siguiendo los resultados porque éramosconscientes de que la vida real no eran esoscinco días entre amigos con sol y piscina. Enaquellas elecciones, había mucho en juego.Más allá de los gustos, percibí que todosquedamos aliviados con el resultado, peroqué va, con este perfil de políticos, no hayalivio posible. A votar otra vez. Casi mejorcogerlo con humor y como me decía unaamiga “este año voy a votar más veces de lasque he hecho el amor”. Spain is different ytal. Algunas reflexiones más allá del pataleo.Esto no es el fracaso de la política, ni siquiera de la que hacen los partidos. Es el fracasode este tipo de políticos y, en concreto, delcuarteto Pedro, Pablo, Albert y Pablo. Otrospolíticos, de sus propios partidos, mejor opeor, han llegado a acuerdos, hasta en Navarra, pero ellos no. Y, de los cuatro, Sáncheztiene más responsabilidad porque, como legusta repetir, fue el más votado. Ahora, pideuna mayoría “más clara” y, ¿desea algo másel señor? Merkel se ha tirado seis mesesnegociando, de ellos, doce días casi sincomer, así está la pobre, pero ella tieneGobierno. Claro que era difícil pero macho,ser presidente del Gobierno va de gestionarla dificultad, ¿no? Desde hace tiempo, pedimos una sola cosa: esforzarse. Milagros enLourdes pero queremos ver que los políticosse parten la cara por intentar cumplir lo quedicen que es lo que nos toca al resto en lavida sin aforamientos. En fin, algunos tendréis dudas, yo no. Cuando la derecha la tiene a huevo con una izquierda en pleno harakiri y con el sentimiento de haberla cagado,iré a votar. A diferencia de ellos, nosotros nopodemos encogernos de hombros. Sí, tocavotar.