Banderas: manual de uso
Vivimos una campaña electoral en laque la bandera española está siendousada para dividir a la sociedad. Noharé el discurso simplón de “fuera todas lasbanderas” porque yo también tengo la mía.Pero cierto es que las banderas caminan poruna línea muy fina. Es la que separa el usode la bandera para promover el esfuerzocolectivo a favor de un bien común, de aquelotro, desgraciadamente en aumento, quedefiende la intolerancia con mayor o menorgrado de altanería, negando al otro, no solotener razón, sino incluso, la palabra. Cuando lo hacen con la bandera española, se vemuy fácil pero, al loro, que la bandera que muchos sentimos como propia anda que noha sido instrumentalizada. En todos aquellos santos comunicados de ETA, verla allíera repulsivo, por citar solo un ejemplo. Yahora las banderas están muy de moda. Pormuchos lugares de España uno las ve enmiles de balcones. Me imagino que el chinoque las esté fabricando, tanto las rojigualdascomo las esteladas, se tiene que estar partiendo la caja mientras cuenta sus beneficios. Al igual que otros productos, no estaríade más que toda bandera trajera un manualde uso. Puestos a soñar, uno que dijera cosascomo: no usar por personas que se creansuperiores a los demás. Tampoco por aquellas que sufran cardiopatía en cuantoalguien les lleva la contraria; menos aún porlos que alardeen de no pagar sus impuestos.En modo alguno, utilícese para dar con ella,en sentido figurado o literal, a aquellas personas que pese a vivir en la misma comunidad que la que representa la bandera, nohayan nacido en ella. Antes de usarla, analice si con ello menosprecia la bandera deotro. En caso de duda, consulte con su conciencia, al menos diez segundos. Si tiene yaropa interior con su bandera, suelte estemanual y llame al 112. Claro, con estemanual de uso al chino le iría peor, pero ¿y ala sociedad?