Orgasmo exprés
Leo en una noticia las bondades deun método para practicar el sexooral femenino. Bajo el nombre de“método Kivin” no solo más mujeres lo consiguen, sino que además, lo hacen en tresminutos. Es el orgasmo exprés. Esta pareceser su gran aportación: el tiempo paralograrlo. Dejo para mi vida privada el trabajo de campo realizado con el método encuestión para centrarme en lo que me trasmite esta noticia: ansiedad. Y no de la quecantaba Nat King Cole (“de tenerte en misbrazos?”) sino la que sufrimos gran partede la sociedad. Vamos por la vida a la carrera como si se nos escapara el bus que va aHospitales. Todo tiene que ser rápido, omejor, ya mismo, afectando desde niños amayores. La política hace tiempo que sufreesta enfermedad. Y por lo que se ve, estaansiedad ha alcanzado hasta los placeresmás íntimos. Pareciera que ahora el orgasmo tiene que ser como una sopa de sobre,en tres minutos y ¡zas! Espero que no hayavida inteligente fuera de la Tierra porquecomo vengan ahora, salen corriendo. Seguramente, no les llamase la atención solonuestra vida frenética, sino que todo ello sedé justo en el momento histórico que másgente práctica yoga y similares. Suena a lasprácticas de esos jóvenes que esnifan cocaína para luego fumar marihuana. Internetnos ha hecho creer que todo puede ser agolpe de clic y así, vamos por la vida abriendo webs y descargando archivos, cuantomás rápido mejor, aunque no sepamos paraqué. Pero la vida no siempre va por fibraóptica. Al contrario, muchas veces te deja“buscando red” o “sin señal”. Hoy, ser libre,pienso que está más cerca de pararse a pensar qué quiere uno hacer con su vida que desumar listas de cosas hechas. La felicidad separece más a un senderista que a un corredor de monte. Y sí, me gusta que el café seainstantáneo pero, ¿el placer?, hasta ahípodríamos llegar.