¿Qué hacer con la prostitución?Los hombres deberíamos dedecir algo. A fin de cuentas siuno de cada cinco, como indicóalgún estudio, no se fuera de putas, noexistiría el sector. Sabiendo de lo resbaladizodel tema, prefiero mojarme. Primero, quierouna ley. Mejor eso que no el actual vacío jurídicodel que algunos se forran mientrasextorsionan a mujeres. Y segundo, medecanto por la ilegalización. Sé que hacerlalegal traería derechos para las prostitutas,pago de impuestos e incluso menos agresionessexuales y transmisión de enfermedades.Pero también aumentaría la demanda y lanecesidad de más mujeres para cubrirla alvolver aceptable públicamente algo que hoyno lo es. Además, siendo muchas de las prostitutassin papeles y en necesidad, ¿cuántomargen hay para pensar que deciden serlo?Incluso, siendo por elección, ¿su legalizaciónno reforzaría la cosificación de la mujer? ¿Ola idea de que los tíos cuando queremossexo pues lo queremos y punto? ¿Cómoexplicar a un joven que hay que respetar alas mujeres cuando la ley permite que sepague por tener sexo con ellas? Su ilegalización,como en Suecia y Noruega, reforzaríaun cambio cultural que ataque a la raíz de lademanda. Diría alto y claro que saciar lasganas de comer no es igual que las de tenersexo. Hoy, cuando parece que casi todo sepuede comprar, no ampliaría el abanicohaciendo legal que una mujer pueda serreducida a ser solo un cuerpo. Lo ilegal esterreno para el mercado negro. Por ello serequeriría de una transición con mediospara atajarlo pero, sobre todo, apoyos paraaquellas que sean liberadas o deseen dejarlo,no sea que maltratemos a las que, en laactualidad, son las principales víctimas. Alargo plazo, la ilegalización consolidaría unasociedad más justa en la que los hombrestuviésemos claro que la mitad de la sociedades mujer y no mercancía.
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