La violencia lo rompe todo twitter.com/KRLS
Después de un montón de movilizaciones pacíficas y de ver a un pueblo resistir las provocaciones de un Estado por medio de su Policía, después de todas las muestras de civismo ejemplar, la reacción violenta de algunos el lunes por la noche en Catalunya es una parte muy pequeña de este procés, pero suficiente para fastidiarlo todo. Porque los enemigos se aferrarán a esa violencia y los amigos no van a saber gestionarla (¿quién sabe qué hacer cuando alguien dice que es violento en tu nombre?). Lo peor es la cantidad de pruebas que tenemos de que la violencia solo genera más violencia.
Los políticos tienen que hacer su trabajo twitter.com/QuimTorraiPla
En Catalunya han cometido dos errores muy graves: primero, apoyarse en malas amistades; y segundo, trasladar el protagonismo político fuera de la política. Los políticos están para representarnos, para entenderse entre ellos en nuestro nombre y para liderar porque han sido elegidos para ello. Cuando los políticos prefieren que la política la hagan las asociaciones y sindicatos o, peor, comités que se autogestionan entre pocos para defendernos según ellos a todos, cometen un error imperdonable. Lo hizo Puigdemont e insiste Torra. Es tiempo de rectificar, aunque ya sea tarde.
Y los partidos son imprescindibles twitter.com/Pdemocratacat
Si la violencia se convierte en recurrente, será necesario que el Gobierno catalán asegure el orden? para que al español no le entren tentaciones de hacerlo. Y para tomar decisiones difíciles hacen falta personas fuertes en estructuras fuertes. Un president que depende de otro exiliado para evitar una injusta prisión preventiva y un partido que tiene el mandato de disolverse en una “crida” no parecen cumplir con ese requisito y la situación puede entrar en una espiral compleja y peligrosa para regocijo de los enemigos de Catalunya, que llevan deseándolo años.