Gipuzkoa: territorio e-mobility
a veces la realidad no solo supera la ficción, sino que la sobrepasa con creces hasta tal punto de convertir en un hecho palpable lo que los más optimistas ni siquiera se lo hubieran imaginado. Gipuzkoa es ya un referente europeo en la electromovilidad gracias a la adquisición que CAF ha hecho de la empresa polaca Solaris, uno de los mayores productores de autobuses eléctricos e híbridos del continente, con presencia en más de 700 ciudades de 32 países.
La operación supone toda una revolución en el sector, ya que convierte a CAF en un auténtico líder europeo en sistemas de movilidad urbana sostenible al incorporar a su catálogo de productos, no solo los trenes de cercanías, metro y tranvías que ahora fabrica, sino también una amplia gama de autobuses eléctricos, híbridos, trolebuses y de gas e hidrógeno que produce Solaris en sus dos plantas en Polonia. En un solo día CAF ha ganado lo que en una situación normal y con el viento a favor hubiera tardado diez o quince años. Todo un hito.
A partir de ahora, CAF se convierte en la única empresa europea que en este momento ofrece toda la gama de soluciones a la electromovilidad urbana tanto en el segmento ferroviario como en autobuses eléctricos, lo que le va a permitir convertirse en un proveedor global destacado no solo en lo que se refiere al suministro de material, sino también como operador con servicio a la carta en todas las ciudades que ya están optando por este nuevo modelo de transporte urbano que está experimentando ya un crecimiento muy importante. Su extenso portafolio le va a permitir resolver todas las necesidades que las ciudades tienen ahora y en el futuro en el transporte colectivo desde un tren de cercanías a un trolebús, pasando por un tranvía a un autobús eléctrico o a gas.
Según una información publicada esta semana por The Wall Street Journal, se estima que la demanda mundial de autobuses eléctricos crecerá aproximadamente entre un 3% y 4% cada año a medida que la tecnología mejore y los costes se vayan reduciendo, según estimaciones muy conservadoras. En 2017 el número de autobuses eléctricos circulando por el mundo era más del doble de los que lo hacían dos años antes. En concreto, en Europa se estima que la demanda de autobuses eléctricos en 2019 llegue a las 1.800 unidades anuales.
Por su parte, la agencia Bloomberg señala que la mitad de los autobuses urbanos en servicio en el mundo serán eléctricos en el año 2025. Mención aparte cabe destacar el protagonismo que tiene China, donde en este momento circulan por sus ciudades el 99% de los autobuses eléctricos del mundo y donde cada cinco semanas incorporan el mismo número de autobuses eléctricos que toda la flota de autobuses que circulan en este momento por Londres.
Con este prometedor panorama, la adquisición de Solaris por CAF se convierte en una operación estratégica de gran calado para la compañía guipuzcoana por lo que supone de contar con unas sinergias en compras, investigación y desarrollo ya que las dos empresas son totalmente complementarias en sus productos. Un dato a destacar importante es que a partir de ahora la tecnología de los autobuses Solaris será 100% CAF, ya que los equipos de tracción que hasta ahora incorporaba en sus vehículos eran producidos por un fabricante polaco sin ninguna vinculación con la firma creada por el matrimonio Olszewska.
En este sentido, la filial del Grupo CAF, CAF Power&Automation, va a tener un gran protagonismo en el desarrollo de los equipos de tracción de los nuevos autobuses Solaris, ya que su aplicación no difiere mucho de los que se utilizan en los vehículos ferroviarios como los trenes, metros o tranvías. A ello hay que añadir las soluciones que la compañía guipuzcoana va a aportar en el almacenamiento de energía. En definitiva, la tecnología de Solaris a partir de ahora será 100% guipuzcoana.
Un dato también relevante que aporta Solaris a CAF no es solo su presencia en 700 ciudades de 35 países, con ser eso ya muy importante, sino que le permite a la empresa guipuzcoana acceder por la puerta grande a nuevos mercados no solamente de Europa del Centro, en concreto Alemania, y Este, sino también a los países escandinavos. Solaris produjo el año pasado un total de 1.397 autobuses con una facturación de 444 millones de euros y cuenta con una plantilla de 2.319 personas en las dos plantas que tiene en Polonia. Con las ventas de Solaris, la facturación consolidada del Grupo CAF cerrará este año con un resultado de 1.921 millones de euros.
La operación de compra, que ha supuesto para CAF un desembolso de 300 millones de euros, se ha realizado en un tiempo relativamente corto de unos seis meses y ha influido de manera importante la delicada situación de salud del fundador de la compañía, Krzysztof Olszewski, un ingeniero mecánico polaco que después de trabajar para el fabricante alemán de autobuses Neoplan en Berlín, regresó a su país para levantar en 1996, junto a su esposa Solange, la empresa Solaris.
Un dato a tener en cuenta también es el alto grado de competitividad que representa Polonia respecto a otros países europeos debido a que sus niveles salariales son más bajos que los de la Europa occidental y a su posición de liderazgo que ostenta en toda la Europa del Este, al haber sido la economía con mayor crecimiento y tecnológicamente más avanzada de toda la región.
El gran paso que en el sector de la movilidad urbana sostenible ha dado CAF con Solaris confirma el gran conocimiento que en esta materia existe en Gipuzkoa para generar nuevos negocios y atraer talento. A la existencia también de empresas punteras en la fabricación de autobuses eléctricos como Irizar, que hace un año puso en marcha una planta dedicada a la fabricación de este tipo de vehículos en Aduna del que ha salido el primer autobús eléctrico articulado que desde ya varios meses circula por Donostia, junto a otros fabricantes, que son líderes en productos ligados a la electromovilidad, hay que añadir los centros tecnológicos Cidetec e Ikerlan y las universidades vascas, lo que confiere un ecosistema único.
El futuro centro de electromovilidad que proyecta la Diputación de Gipuzkoa, desde la colaboración público-privada, será un laboratorio en el que participen todos los agentes concernidos en este sector para la experimentación y prueba de nuevos conceptos que tiene como objetivo la generación de un polo de nuevas empresas a su alrededor. El objetivo es generar nuevo tejido productivo, transformar el existente, atraer inversión y crear nuevos modelos de negocio.
En este sentido, el almacenamiento de la energía para los vehículos con unas baterías que tienen que ser más pequeñas y eficientes va a ser clave para el desarrollo de este sector económico en el que el departamento de Promoción Económica de la Diputación de Gipuzkoa ha centrado todo su impulso de manera decidida y firme, teniendo en cuenta las grandes potencialidades que ofrece el territorio.
No en vano, en pocos lugares del mundo habrá en este momento un territorio tan pequeño como Gipuzkoa donde estén ubicados dos empresas tractoras en este sector como son CAF, que ha dado un salto de gigante en la fabricación de autobuses eléctricos con la compra de Solaris, e Irizar, que lleva a muchos años apostando por este modelo de transporte urbano que tuvo su primer resultado con el lanzamiento de su primera unidad hace cuatro años con tecnología 100% de la cooperativa vasca.
Las circunstancias del mercado y la importante apuesta por la movilidad urbana sostenible que se está haciendo en todo mundo como respuesta al cambio climático ha hecho que Gipuzkoa se haya convertido en el territorio donde, a partir de ahora, se ubiquen dos de los competidores más importantes en la fabricación de autobuses eléctricos de Europa. Una circunstancia que lejos de las lógicas rivalidades que exige la economía de mercado, sobre todo en un entorno tan globalizado en el que nos encontramos, debería de servir como una gran oportunidad para convertir Gipuzkoa en un auténtico referente mundial en la electromovilidad porque cuenta con todo el ecosistema de agentes concernidos necesario para ello.