En 1908 se dice que fue el primer derby entre Bayona y Biarritz y esta temporada que comienza, con ambos equipos en la segunda división, nos vamos a encontrar con dos nuevos encuentros entre los enfrentados vecinos. Los dos gallitos, que pretenden el ascenso, no van a coincidir en sus partidos como locales, así que todos los fines de semana los rugbiers guipuzcoanos pueden alternar entre Jean Dauguer y Aguilera para sus excursiones al norte, siempre que se espabilen en materia de entradas y de atascos.

Mientras el Olympique recibe al Stade Montois, el Aviron viaja a Perpignan en la primera jornada, así que ambos clubes tienen encuentros difíciles con serios candidatos a estar en la lucha por el retorno al Top 14, como comentaban un grupo de comensales en la terraza del establecimiento de Imanol Harinordoquy junto al mercado de Biarritz.

- “Prefiero jugar fuera el primer partido y contra un equipo duro” -comentaba Aristide Labarthe-, “así el resultado negativo es más intrascendente y cualquier resultado positivo, por mínimo que sea, es bueno para la continuidad”.

- “¿Cómo va la historia de un solo gran club vasco en el futuro?”-, interviene Murray.”

- “Tengo ganas de deciros que no es para mañana” - dice Hiruntchiverry-. “Hay un hermoso proyecto en Biarritz, Gonzalo Quesada hace un trabajo súper y veremos qué produce a medio plazo ¿Los baionarras? No sé demasiado dónde andan. Volvemos a jugar los derbies y eso está bien. Pero no me quitaréis la idea de que un estadio de 25.000 personas en Top 14 tendría más ambiente que dos de 10.000 en Pro D2?”

- “¡Si ya tienen Anoeta hecho para la fusión! ¿Y dice algo de qué pinta Etcheto quedándose en Baiona, estando Berbizier?”

- “No se lo preguntan” -le precisa Hiruntchiverry-, “pero creo que espera a que Berbizier la líe también en Baiona y le echen para volver a dirigir el equipo”.

- “No ganamos para profetas?”- Aristide añade resignado-.