Pongamos que hablo de ETB. Un canal que ha puesto en marcha una manera de hacer comedia que utiliza los tópicos para darles la vuelta. Pongamos que hablo de un tipo de hacer comedia que tuvo en Vaya semanita u Ocho apellidos vascos sus obras más significadas. Ahora se ha abierto la veda contra el programa de ETB Euskalduna naiz, eta zu? con el que quisieron rizar el rizo y dar esa vuelta que antes otros dieron a personajes como los batasunis, las gitanas abertzales o la navarrica de Caparroso. Y todavía no queda muy claro si en realidad se les ha ido la mano por lo grotesco de su humor o el búnker mediático ha decidido que opinar sobre el mal gusto en la comedia solo existe si se mete con lo nuestro. ¿Y qué es lo nuestro? ¿Qué es lo suyo? Hacer comedia en televisión es una asignatura pendiente y la comedia debería poblar más horas de programación. Pero la comedia tiene estas cosas: lo que un día produce carcajadas otro resulta hiriente o de mal gusto. Hemos visto varios ejemplos de esto y lo contrario. Una portada del Jueves con sus majestades en posición comprometida hizo que se secuestrara la revista antes de su salida a los quioscos y otra portada similar ha superado esa censura. El humor tiene lo obligación de explorar nuevos territorios. En algún caso, se corre el riesgo de superar la frontera. Y aquí aguardan agazapados quienes piensan que lo mejor es echar a la hoguera a todos los humoristas. Se vio con los titiriteros que escribieron “Gora Alka Eta” y que dieron con sus huesos en el trullo. Acaba de ocurrir con Drag Sethlas que ha pasado de ganar el Drag del Carnaval de Las Palmas 2017 a vérselas con el fiscal. Ahora la presa fácil de quienes lanzan la piedra por intentar humor televisivo es ETB y una actriz cuyo delito es trabajar en Euskalduna naiz, eta zu?, y va y le coincide con el estreno de El guardián invisible en la que tiene un papelito. Pongamos que hablo de Miren Gaztañaga. Y no parece justo por lo que la cadena y la actriz están pasando.