Carlos Etxeberri: La ciberseguridad, un sector estratégico de futuro
la presentación del concurso de acreedores de la planta que el Grupo Ingemar tiene en Usurbil porque la propiedad, sorpresivamente, no ha acudido a la ampliación de poco más de un millón de euros, ampliable a tres millones, cuando había todo un plan de rescate en el que se habían implicado de manera importante tanto el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el ayuntamiento de la localidad, dos bancos acreedores, la SGR Elkargi, y los propios trabajadores es el epílogo de la crónica de una muerte anunciada de una planta cuando el centro de decisión está situado fuera del territorio.
Cuando la mala gestión empresarial descapitalizó la matriz del Grupo Ingemar en Usurbil hasta el punto de no contar con activo circulante para asegurar la continuidad del negocio, a pesar de contar con pedidos por la calidad de sus productos, para centrar la gestión en Galicia, donde se concentra la mayor parte de su actividad productiva, la suerte ya estaba echada para el futuro de la planta de este grupo que es referente internacional en el sector de los mármoles y granitos.
Después de más de un año en el que los trabajadores han sido persistentes en encontrar una solución al futuro de la fábrica de Usurbil y ser capaces de comprometer en un proyecto a las instituciones, empleados, bancos acreedores y avalistas, la decisión de la propiedad de no asumir sus responsabilidades en este proceso deja bien clara cuál es su intención, antes y ahora, de prescindir de lo que fue la matriz del Grupo Ingemar.
Otro ejemplo de deslocalización de una empresa nacida hace 65 años en Gipuzkoa y pionera en su sector, que contrapone, afortunadamente, con la realidad del día a día de otros proyectos empresariales que, adecuándose a la realidad de la economía, están situando a Euskadi y al territorio en un referente mundial en ciberseguridad industrial.
La empresa ITS Security de Mendaro acaba de ingresar como miembro de pleno derecho en el Forum of Incident Response and Security Teams (FIRST), que es la entidad más importante a nivel global para dar respuesta a ataques de ciberseguridad, integrado por un total de 366 equipos repartidos en 78 países, lo que supone un gran reconocimiento a nivel internacional de esta compañía surgida hace diez años en el seno de la Corporación Egile.
Para ello, ITS Security ha tenido que someterse a una exigente auditoria sobre el servicio de ciberseguridad que, a través de un equipo especializado, presta a las empresas industriales que se denomina CERT (Computer Emergency Response Team), que ha sido la tarjeta de visita para formar parte de FIRST, el selectivo club internacional donde las compañías de seguridad informática comparten información, herramientas y buenas prácticas para prevenir y actuar frente a los ataques que se producen en ese ámbito y que cada vez van a ser más frecuentes por la mayor conectividad en Internet que existen en los procesos productivos de las empresas.
Al margen de que ITS Security sea la primera empresa que cuenta con un equipo CERT en toda la franja norte del Estado, donde solo catorce compañías cuentan con esta titulación, el dato a destacar es que la compañía guipuzcoana ha ido más allá y se ha especializado en ciberseguridad industrial, siendo la única dentro del foro FIRST del mundo que puede responder a los ataques que en materia de seguridad informática se pueden producir en una empresa industrial.
La importancia de que una empresa guipuzcoana como ITS Security forme parte del más importante foro internacional en materia de ciberseguridad, lo que significa compartir con las principales organizaciones públicas y privadas de todo el mundo, objetivos, ideas e información sobre ataques a sistemas y redes a escala global, la gestión de un sinnúmero de vulnerabilidades de seguridad y la utilización de las herramientas más innovadoras para frenar y mitigar todo tipo de amenazas, puede abrir las puertas a un nuevo sector económico de gran desarrollo futuro en Euskadi.
En este campo y desde la base de que la economía vasca tiene un gran componente industrial y que desde el ámbito institucional se está potenciando la industria 4.0, en donde la conexión informática es básica, la apuesta desde el sector público por el desarrollo de un sector vinculado a la ciberseguridad se plantea como algo que va más allá de la apuesta por nuevas actividades, en donde Euskadi puede ser pionero, sino por su carácter estratégico de país en defensa de nuestra industria.
La especialización de ITS en ciberseguridad industrial no solo tiene que ver con la industria 4.0, sino con los doce sectores productivos que pueden ser vulnerables a ataques de los hackers, cuyo efecto ya no va a reducir a las consecuencias de la desaparición de información en un ordenador, sino en la pérdida de importantes recursos financieros al sabotear las líneas de producción de una empresa y desvirtuar totalmente e inutilizar el producto que pretende fabricar con las pérdidas millonarias que ello puede originar.
Ya no estarnos hablando del hacker que sabotea el sistema informático de un gobierno o de una empresa para extraer información y demostrar su vulnerabilidad informática, sino que entramos de lleno en la ciberdelincuencia con todos las variantes que se quieran añadir.
La cuestión no es baladí porque los ataques informáticos no solo se producen entre los gobiernos, como estamos asistiendo en los últimos días en la injerencia que Rusia ha tenido en las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos al intervenir en los ordenadores del comité electoral del Partido Demócrata, sino en el día a día, por ejemplo, de una acería cuyo horno puede explosionar por una intervención delictiva en el sistema informático que daba una información positiva sobre la temperatura del horno cuando realmente estaba por encima de lo permitido.
Por otra parte, ahora que estamos en vísperas de la celebración del patrono San Sebastián, no me puedo sustraer al espectáculo bochornoso y frívolo que ha ofrecido el consejo de administración de San Sebastián Turismo y, en particular, los cinco miembros representantes de sectores empresariales turísticos con el apoyo del inefable concejal Ernesto Gasco, que no supieron valorar ni interpretar la consideración y el valor que los donostiarras dan al Tambor de Oro que se ha erigido en la máxima distinción de la ciudad por aclamación popular consuetudinaria.
El unánime rechazo de la generalidad de los donostiarras y, en particular, del pleno del Ayuntamiento de Donostia que ha generado la propuesta de Angels Barceló como candidata al Tambor de Oro exige la dimisión inmediata de los cinco representantes del sector privado en esa sociedad municipal, -al margen de la del concejal Ernesto Gasco que, evidentemente, no lo va a hacer-, por haber sido los causantes de haber proyectado la imagen más penosa y frívola en la historia de esta ciudad, precisamente, en un año en la que más y mejor en un plano positivo se ha hablado de ella, gracias al “boom” turístico que ha registrado y al haber sido la protagonista de la capitalidad europea de la cultura.
Habrá que preguntarse si alguno de los consejeros de San Sebastián Turismo en representación de las empresas del sector, que llevan ya muchos años formando parte del consejo de administración de esta sociedad anónima de titularidad municipal, están defendiendo el interés general de los donostiarras o el de sus empresas particulares en atención a la vinculación que su actividad puede tener con la que puede generarse desde el sector público. Todo ello al margen del interés político que pudiera tener la concesión del galardón en un momento determinante para el porvenir de un partido.
Son los mismos que en julio de 2013 apoyaron la propuesta de EH Bildu, que gobernaba el ayuntamiento de Donostia, para conceder la explotación de la concesión del autobús y del tren turístico de Donostia a las multinacionales Grupo Juliá y Alsa, -hasta entonces sin ninguna vinculación con la ciudad-, sin importarles que esa decisión significaba el cierre de dos empresas promovidas por donostiarras, en un caso con apoyo de recursos públicos del Gobierno Vasco, que fueron pioneros en su negocio y que apostaron por el turismo a pesar de que ETA estaba en su plena actividad. Seguimos sin ejercitar la noble práctica del propósito de enmienda.