El verano televisivo se ha alargado este año hasta ayer. Digamos que estos cuatro días de septiembre se los han dado de más a las grandes estrellas y casi todas comienzan hoy sus nuevas temporadas. Se podría decir que han dejado el medio huérfano, al mismo tiempo que su ausencia ha permitido meter el morro a algún suplente como Silva Jato, aunque la verdad, no le ha ido muy bien ya que su puesto, el que ha dejado vacío Mariló Montero, lo va a cubrir María Casado. Hay quien tiene mono de que vuelvan los críticos como El Gran Wyoming que va a llegar a tiempo de destripar la segunda tentativa de Rajoy porque algún tránsfuga le hiciera de nuevo presidente. Pero no. También hay quien espera mucho de la nueva temporada de El hormiguero con un Pablo Motos en permanente ebullición, que arranca con la presencia de Penélope Cruz y que ha fichado a Emilio Aragón de colaborador estrella. Una relación que no creo que dure mucho. Y septiembre también es mes de festivales, además de Donostia y Venecia, en esta columna no puede faltar la recomendación de acercarse hasta Vitoria-Gasteiz donde mañana comienza su FesTVal, una edición algo continuista en sus premiados. Curiosamente premia a Bertín Osborne y a Buenafuente que la temporada pasada tuvieron sus diferencias. También premia como mejor ficción la serie de TVE El caso cuya escasa audiencia echó por tierra su renovación. Esto de premiar a quien no ha triunfado es todo un gesto: no todo lo que valoran los espectadores es merecedor de reconocimiento y tampoco lo que desprecian puede pasar desapercibido para un jurado objetivo. En los premios hay de todo, programas de entrevistas ligeras, debates políticos, humor, ficción y guion, en este último caso el premio va para El Ministerio del Tiempo. Y como guinda el premio EITB va a parar a Anne Igartiburu, algo en lo que hasta Mariló Montero estará de acuerdo.
