mientras los responsables de comunicación de los dos grandes partidos andan enzarzados en cómo llevar debates electorales en televisión, Jordi Évole, como era de esperar, les ha sobrepasado por modernidad y cambio, y ha presentado un programa de Salvados, dedicado a una especie de cara a cara Pablo Iglesias/Albert Rivera, Podemos contra Ciudadanos, con excelentes resultados de audiencia, ya que más de cinco millones de espectadores se sumaron al programa citado en palmario éxito de audiencia.

La fórmula empleada por Jordi mezclaba géneros y formas de hacer tele de manera natural y nada acartonada y ahí radica la clave del éxito televisivo. De los cuatro posibles candidatos a La Moncloa, sólo dos acudieron a la cita y fue una suerte la no presencia de los mayoritarios, que hubiesen envarado y ralentizado el ritmo del programa.

La taberna del barrio barcelonés de Nou Barris, el bar del Tío Cuco, fue el escenario para el encuentro triangular, porque el producto fue una combinación de debate y entrevista donde políticos y periodista se encontraron en su salsa, demostrando novedad, habilidad y sentido de la comunicación moderna en la tele.

Mientras los partidos grandes del bipartidismo amenazado de muerte discuten si galgos o podencos a la hora de decidir la mecánica de los futuros debates durante la campaña electoral, Jordi Évole ya ha marcado territorio, señalando un camino a recorrer y en consecuencia La Sexta se ha apuntado un tanto de ricos rendimientos para el futuro, ya que nada será igual en esta faceta electoral que vuelve a ser interesante campo mediático.