la fórmula televisiva del talk show, es decir entrevistas y actuaciones musicales tiene diversas modalidades que han triunfo en EEUU y más acá del Atlántico. En nuestro panorama hay que destacar el éxito de la manera Pablo Motos, capaz de llenar tiempo importante del prime time y dejar a la cadena divinamente posicionada para atacar las horas de la noche y recoger dos o tres millones de espectadores diarios.
La singularidad de la producción está en el modo peculiar de colocarse ante las cámaras con soltura, frescura y normalidad, sin exagerar las presentaciones ni adornarse en sus paseos por el plató. El pequeño gran presentador ha enganchado a la audiencia y una nueva temporada más, se afianza como anzuelo de Atresmedia para hacer frente a la competencia. Entrevistas singulares, personales y divertidas a grandes astros del fútbol, cine o actualidad, tratados con cariño, proximidad y complicidad. Recordada la entrevista a Isabel Presley o al actor norteamericano Will Smith, en un lenguaje dinámico y con sentido del humor.
En esta nueva temporada ha incorporado al elenco de colaboradores a Ana Morgade que con su inseparable portátil buscará nuevos perfiles a la entrevista con el invitado. Admirable el sentido de Pablo para compartir set, minutado y cámara con sus colaboradores con Anna Simon a la cabeza juegan en el programa con habilidad y estilo personal, como Marron, El Monaguillo, El hombre de negro, Luis Piedrahita y los entrañables muñecos Trancas y Barrancas.
Facilidad para conectar con el personal, dinámica divertida con el público del plató, estilo minimalista de acercarse cada noche a las cámaras facturan un producto de éxito en momentos esenciales para la buena marcha de la cadena que tendrá larga vida en las parrillas. Máquinas, ingenios, experimentos con los invitados prestan al espacio novedad e ingenio.