ana, Anita, es la dueña de un pequeño bar en un populoso barrio y siente una especial devoción, rozando la mitomanía, por algunos personajes del mundo televisivo a los que zarandeo de vez en cuando; y mi amiga Anita no hace más que sufrir por ellos, y es que la tele de los realitis puros y duros, es decir la de Vasile-Mediaset, no hace más agitar espíritus candorosos como los de mi apreciada Anita, que está en un puro sinvivir desde que ha oteado que Belén Esteban puede abandonar la casa, porque la audiencia ha ido dando vuelta a la tortilla de la admiración y aplauso, por cierto qué tortillas hace mi amiga Ana, y puede enviar al infierno a la que hasta hace un par de meses era la princesa del pueblo, querida, admirada y protegida; vamos que todos pensábamos que la Esteban se llevaba la pasta del maletín en un plis plas pero la cosa se ha complicado y tras la marcha de Víctor y el torero, ha aparecido el lobo y las nominaciones han puesto por primera vez a Belén de Jesulín en el disparadero y ojo que puede saltar la liebre de la sorpresa. Y le digo a mi amiga Anita que tranquila, que Medisaet no iba a consentir semejante barbaridad y que la final será Esteban/Coman y que la madre de Andreita no puede hacer las maletas de verdad, que amaga pero no pega, porque se caería el programa, se caería la Esteban, se caería Toño, su manager y sufriría lo indecible el gran amor de Belén, el conductor de ambulancias Miguel, y no está el horno mediático para semejante desbarajuste. Le digo a mi amiga, que tranquila, que todo está en la mente de la productora, que mucho ruido y pocas nueces, y que todo va bien en audiencia e ingresos. De tanto oír que Esteban a la calle, me empiezo a mosquear y me trajino mis dudas y termino pensando, que a lo mejor mi amiga Ana tiene razón y la diva se va a la puta calle. Seguro que Tele 5 ya tiene alternativas para esta extrema situación. El circo debe continuar.