-el domingo todos en Landare Toki ¿No?” -dice Hiruntchiberry espolvoreando de pimentón el pulpo-. “Por el derbi, por Seaska y porque puede ser el último en Landare por un tiempo?”

-“Corta, corta” - interviene el Barón de La Florida que está poniendo la sopera en el centro de la mesa-, “que aún queda mucha tela que cortar”.

- “Puede ser que sea el último derbi porque los dos clubes de Gipuzkoa se fusionen” -Aristide Labarthe está leyendo la biblia del rugby francés sentado ya en la mesa-, “para mantenerse en vuestra División de Honor A hace falta ya mucho dinero y vuestra economía no da para dos equipos competitivos a ese nivel”.

- “Cuando se trataba de Baiona y de Biarritz, te ponías hecho una furia, y ahora quieres que nos unamos los de este lado ¡Qué C?.! (La expresión en francés coloquial, dicha con amistad, no es reproducible) -Con la boca llena de txikamiska reacciona el Marqués de Altamira-.

- “No nos gusta pero hay que hablar de ello, tanto en uno como en otro lado” -Hirutchinberry sentado ya con el resto de la cuadrilla-, “porque el rugby profesional tiene unos costes inabordables sin una buena base financiera y cada uno a nuestro nivel tenemos los mismos problemas de corazón y de billetera”.

- “Habría que empezar por el plan de viabilidad deportiva de cada proyecto” -Galtzagorri había acabado el aperitivo y la sopa de pulpo para mirarnos con ojos tristes- “¡Quizá no todos tengan los mismos objetivos! Además? ¿Quién quiere que haya por lo menos un equipo de rugby representativo de Gipuzkoa al más alto nivel aparte de nosotros, los del rugby? Si somos cuatro?”.

- “O cuatro mil el domingo en Landare Toki a las 12.00 ¿Vale?”