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De la risita de Jorge Javier al callo de Emma García

LA crisis ha hecho que la producción propia de las cadenas caiga de manera peligrosa. El sector audiovisual se está resintiendo. Lo que durante años fue la vía de escape y complemento del raquítico mundo cinematográfico -donde actores y técnicos podían sobrevivir-, ahora se ha desvanecido. La televisión ya no es el sustento y la cantera del séptimo arte porque apenas hay nuevas producciones que renueven el mercado y la programación. Como mucho lo que hay es una continuidad de las ya consolidadas tipo Águila Roja (que estuvo un año en el baúl) o El secreto de puente viejo por poner solo dos ejemplos. Con este panorama no extraña que el cine vengan en ayuda de la televisión. Así sucedió el pasado miércoles cuando A tres metros sobre el cielo, la película protagonizada por los televisivos Mario Casas y María Valverde, rozaron el 20% de la audiencia. El verano no es el mejor de los periodos para la televisión. Tras esta quinta parte de la audiencia en número de espectadores rondaba los dos millones cuando normalmente podrían ser el doble.

El que sí que cuenta sus programas por dos es Jorge Javier. Telecinco lo va a presentar para la segunda temporada de Acorralados. Ese programa que transcurre en una granja y que al parecer tiene prevista su nueva temporada para septiembre. Parece que Emma García (de Mujeres y hombres y viceversa) puede que se haga cargo de Hay una cosa que te quiero decir. Y da la impresión de que lo hará más dignamente. Hay algo en la lectura de Jorge Javier de la biografía de sus invitados que no es creíble. Cuando Jorge Javier habla de los abandonos da la impresión de que va a soltar una carcajada de un momento a otro. Emma tiene el desasosiego más interiorizado. Ha pasado por todos los programas donde la gente se desprende sin miramientos de su intimidad. Tiene tablas y mucho callo.