Síguenos en redes sociales:

Las tertulias, los gatos y las anchoas

"Soy Marta Nebot, me recordarán de La crisis del canalillo protagonizada por José María Aznar y, a partir de hoy, la Periodista secuestrada por la ministra, de reciente estreno en Telecinco". Algo así dirá Marta cuando, en el futuro, cuente sus batallitas a sus nietos o a una audiencia hipotética. Vamos, para cuando se le vaya la olla. O fiche por Intereconomía. Digo esto porque ahora Antonio Jiménez, el presentador de El Gato al agua, ese programa donde velan comentarios armados de vino español. Ha salido por la otra puerta de la derecha que debe dar a 13 TV. Ya ven, la TDT además de interrupciones de la señal y cortes cuando llueve, ha traído también este tipo de programas al panorama televisivo. El Gato al agua muchos aseguran que lo ven por puro masoquismo y otros, como mi madre, lo ven con el ánimo crítico de quien se conforma con echarle la culpa de todo a los nacionalista y a Zapatero y por las imitaciones a los políticos y demás. Antonio Jiménez y compañía, con todo, habían bajado el tono de sus críticas. También había dejado de mirar de reojo las bromas de El Gran Wyoming, un presentador al que tenían cruzado y que durante algún tiempo le dedicaron un buen montón de reproches.

Y ya que estamos en La Sexta, ayer se estrenó Iñaki López (el expresentador más utilizado por ETB durante la temporada pasada) La sexta noche un programa que también insiste en la tertulia. Ya ven, este género tan común en los cafés y las plazas ha saltado a la televisión para quedarse una buena temporada. En La sexta noche se tuvo la oportunidad de ver a Rocío Aguirre, la hermanísima de Esperanza Aguirre, puro morbo sobre todo si lo comparamos con su compañero Miguel Ángel Revilla, un tertuliano famoso por su defensa de la anchoa del Cantábrico y apartado del poder que ostentó en Cantabria.