DECÍA la promoción de Isabel que "lo mejor de la historia está por llegar". Eso esperamos, porque dar por históricos los hechos y los personajes que pululan por esta serie es de un atrevimiento feroz. Lo mejor de la historia protagonizada por, tanto monta, Isabel y Fernando está por escribir, ya que, pese a su relevancia histórica, son personajes cuyas biografías más parecen escritas por palmeros hagiográficos que otra cosa. La serie, como no podía ser de otra manera, pasa de puntillas por todo y no explica nada. Como en Cuéntame, es una manera de transición a la madrileña pero esta vez en el siglo XV y con los guionistas de Zapatero y Rajoy en lugar del cardenal Cisneros y el duque de Alba. Y hablando de retoques, ya se conoce la nueva imagen de la princesa del pueblo. Una revista da la exclusiva y Belén Esteban luce pómulos de adolescente. Algo que no le ha hecho falta a Telecinco para seguir dominando el panorama televisivo después del descalabro total que el PP produjo en TVE, algo que un par de años antes ya había ocurrido en EiTB con la llegada de los populares más el PSE al poder. Está claro que una sociedad que no cuida su televisión pública seguramente está abocada a hacer lo mismo con otros derechos fundamentales como pueden ser la sanidad o la educación, a la que ya le predicen sus días contados sin que el país estalle. Estamos viendo que la manipulación comienza a expandirse por todos los servicios informativos de RTVE. Con un poco de tiempo, los nuevos guionistas metidos a historiadores o los historiadores metidos a guionistas nos crearán una nueva serie sobre el Prestige en la que Leonardo di Caprio hará de Aznar con bigote y dirán que su hundimiento fue por culpa de un iceberg. Pasen y vean TVE; lo mejor de la historia está por inventar.