Dívar y Torres: un par de 'cracks'

ESTAREMOS a punto de batir un nuevo récord de audiencia conforme se acerquen los partidos finales de la Eurocopa. La misma semana que conocíamos el descenso vertiginoso de la venta de los populares libros de bolsillo, vamos a conocer que aquí solo lee fútbol. El fútbol está bien, pero hay que reconocer que como conversación es miserable. Se pueden admitir un par de comentarios. Algo así como que Torres se merece un contrato de 200 millones y que ojalá lo intercambien por parte de la deuda que tenemos que financiar. Porque digo yo que toda esta divulgación que hacemos los medios debería tener una traducción en lo público. Lo que no termina de tener ninguna traducción son las frases del presidente de Tribunal Supremo. Dívar va camino de convertirse en uno de esos malos de película que aunque el guion lo va a matar no hay manera de que desaparezca, así le des en la cabeza o le prendas fuego. En su resistencia a reconocer sus errores está también la estrategia de hacernos creer que para un tipo tan importante todo vale. Este hombre está demostrando que un juez puede entender determinados comportamientos dependiendo de quién los ejecute. Uno puede irse al trullo con toda la razón por haber metido la mano al cajón pero no crack como él, (el Torres de la judicatura) para pagar un cinco estrellas.

Se va Pepa Bueno. Una voz que destila confianza y credibilidad. Deja la tele pública para irse a la radio. No está muy claro si su marcha es un primer movimiento ante la llegada de los nuevos directivos que se harán por decreto cargo de RTVE. Lo cierto es que el paso de esta periodista por televisión ha coincidido con una de las etapas de mayor prestigio. Y eso a pesar de competir contra Matías Prats. Bueno, o puede que por eso mismo.