SE está preparando el partido de la Copa Davis contra Argentina como si fuera la gran final del siglo. Y es que nada hay más atractivo que una final en televisión para que el público nos vayamos arremolinando a la búsqueda de las emociones que los ganadores despiertan. Anteayer fue Tú sí que vales y ayer Tu cara me suena. En el primero unos mimos embrujaron al jurado compuesto entre otros por José Luis Moreno (que no pudo reprimirse hacer una mala actuación con su muñeco Rockefeller) y público, al que le han puesto de rondón a Kiko Rivera como representante que se expresa con "monozílabos". Unos mimos, decía, que consiguieron con su hipnotizante actuación llevarse el voto desprevenido del público y el más interesado del jurado.

Y de nuevo ayer la gala de Tu cara me suena que ha ido creciendo conforme personajes como Francisco y Santiago Segura se han ido soltando la melena hasta aparecer en su plenitud de payasos profesionales, papel para el que ya venía bien preparado Julio Iglesias junior, que ha sido el ejemplo de la entrega desde el minuto uno del concurso, o lo que sea esto. Dos programas que por encima del premio y del concurso, comparten un mismo sentido del espectáculo con buenas dosis de comedia por encima de todo. Ambos se trabajan con gran eficacia el lado sensible del espectador. Aspectos que todavía sorprenden y reflotan la difícil misión de ir sacando las sonrisas de la audiencia. Aunque para comedia las imágenes triunfantes de ayer: el golpe que le propinó un periodista con su grabadora a Rubalcaba. Unos afirman que seguramente el mamporro fue un accidente laboral pero tampoco habría que descartar un ajuste de cuentas. Nunca se sabe.