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Hable de mi libro

LOS rumores en televisión hablan de que la aparición estelar de José Luis Moreno en varios programas, incluido el de jurado del sobrestimado Tú sí que vales, hablan de que es un puro subterfugio para ir metiendo de rondón en la tele a la tonadillera Isabel Pantoja.

La aparente diversidad de las cadenas no deja de ser una ilusión. Los personajes que aparecen no lo hacen en función de su valor periodístico, sino de los intereses que defienden. Da igual que sea Antonio Banderas haciendo el ganso en El hormiguero o el conocido Santiago Segura que cada vez que aparece estrena uno de sus Torrentes. Ahora lo que se lleva es buscar un programa donde vender por el morro una obra de teatro o, como hacía Umbral, una obra: "Ye he venido a aquí a hablar de mi libro". A las que no les gusta que hablen televisivamente de ellas son la duquesa de Alba y la baronesa Tita Cervera. Echan pestes de sus respectivas series. No ya porque no alcancen en ninguno de los dos casos la calidad que se le debería exigir a un audiovisual profesional, sino porque, según dicen, los guiones no se ajustan a sus biografías. El caso es que pese a las aristocráticas presiones que ejercieron ambas, las series se han estrenado sin que los espectadores nos hayamos enterado apenas de algún secreto nuevo. Nada que antes no hubieran contado las revistas semanales del corazón. Afortunadamente no ha aparecido la censura como en Italia, donde su televisión pública, la ya desprestigiada Rai, que creíamos que ni Berlusconi, dueño del negocio de la televisión en ese país, se preocupaba ya de cerrarla. Resulta que el martes sacaron las tijeras para cortar una boda gay con la que acababa una serie alemana. Hay ramalazos que nunca acaban de desaparecer.