Bono cantaba anticipadamente el Pobre de mí diciendo que estaba "hasta los huevos. Estoy trastornau". Se ve que las criaturas parlamentarias se merecen unas vacaciones. Una vez más el micrófono recoge el subconsciente del presidente del Congreso y el de muchos de los espectadores que ven en la información parlamentaria constatación de que el "no nos representan" tendrá cada día más adeptos. Políticos que viven por encima del bien y del mal pero que andan tan escasos de ideas que acaban sacando la libreta para robarlas. Eso hizo Rubalcaba con el joven empresario Pedro Tomás Delgado, al que le plagió la frase de su presentación como candidato "en un negocio no se gana o se pierde: se gana o se aprende". Está claro que después de la cazada de micrófono abierto, Bono no aprendió de los sucesivos errores de Trillo. Aquel "manda huevos" o el más cachondo como ministro de Exteriores: "¡Viva Honduras!" gritado en su visita a El Salvador, por cierto, vídeo de los más descargados de Youtube.
Para saber más de los nuevos medios, o para que no se produzcan estos errores, digo yo que se siguen organizando los cursos magistrales de verano de la Complutense en El Escorial. Ayer, en la primera jornada se citaron cifras como que el número medio de seguidores en Facebook es de 236.236, casi un tercio de los de la televisión (718.820). Otro dato interesante es que hay cuentas personales de Twitter que tienen más seguidores que el perfil oficial del Medio. Es el caso de Ana Pastor, cuyo programa Los desayunos cuenta con 49.450 seguidores mientras el perfil general de TVE tiene 23.313. Está claro que mientras unos están hasta los huevos, otros sacan partida de la capacidad de comunicación de las nuevas redes sociales. Y ahí está una de las claves de la información.