El programa de la italiana cadena Qué tiempo tan feliz homenajeó a las chicas/os Hermida recordando las maneras y estilos de un puñado de profesionales de ambos sexos que hicieron de la televisión un campo de experimentación de la mano del flequillero periodista Jesús Hermida, que tuvo la fortuna de tropezarse en su vida profesional con la corresponsalía norteamericana de TVE, donde mamó y conoció los secretos de la televisión moderna, que posteriormente desarrolló en Antena 3, con otro personaje inolvidable hecho en Nueva York, José María Carrascal, el hombre de las más chillonas corbatas del mundo de la tele. La reinona de las tardes, María Teresa Campos tuvo la habilidad y acierto de convertir un desfile de presentadoras/es en un feliz encuentro de nombres propios que se hicieron a la sombra de Hermida y que sin nostalgia pero con sano agradecimiento al maestro, desfilaron durante tres horas por el plató del único programa en directo de la televisión del fin de semana. Patricia Ballesteros, Concha Galán, Irma Soriano, Consuelo Berlanga, Goyo, Juan Carlos Martín, Belinda Washington, Nieves Herrero o el realizador Luis Tomás Melgar, creador de una narrativa muy interesante a base de probar y dejarse guiar por la intuición de que la tele era y es entretenimiento, desfilaron por la sala de estar en la que Campos manda con gracia, salero y acierto a tenor de las audiencias de un programa de recuerdo que no de memoria histórica. Aunque el padre de las criaturas niega la paternidad de las mismas, es evidente que quienes pasaron por el sabatino programa tienen en su ADN televisivo rasgos de aquel Hermida que buscaba la libertad como principio del ejercicio periodístico y la naturalidad que distinguían su quehacer en un programa rompedor y novedoso. Interesantes tiempos de la tele contemporánea.