Acaba de estrenarse en La Sexta un producto de ficción con el título de BuenAgente que juega con la condición del protagonista de la comedieta televisiva y de buena gente de personal que acompaña la azacaneada vida de este poli local que va a deambular como motor principal de la serie a tenor de lo visto en la primera entrega. La producción de Daniel Egea, avezado director de este tipo de guiones ha gustado y tiene todos los ingredientes para poder funcionar unas cuantas temporadas. Decían los clásicos del teatro español de la Edad de Oro que era conveniente para el éxito de una obra organizarla en tres fases: presentación, nudo y desenlace. BuenAgente ha tenido la virtud de juntar nudo y presentación con lo que acelera el paso de las secuencias, inca el anzuelo en la tierna carne del espectador y mete una atrayente velocidad al guión muy del agrado del público contemporáneo. Una mujer casada (Malena Alterio) pone los cuernos a su marido (Antonio Molero) con su mejor amigo (Arturo Vals) y solicita al cornudo la disolución del vínculo matrimonial con el consiguiente lío de familia arrastrada a esta situación. Un par de días antes, Antena 3 puso en marcha una comedia similar, Los quien, que curiosamente presenta las incertidumbres y desdichas del primer divorciado de la democracia (Javier Cámara) junto a un elenco de actores importantes que dan vida a personajes con encarnadura, verosímiles y creíbles, elemento fundamental para que una serie funcione y ésta ha arrancado con excelente audiencia. En ambos casos, media docena de guionistas y especialistas en diálogos para una excelente estructura narrativa bien iluminada y ajustada interpretación. Estas dos series lograrán importantes triunfos gracias a la madurez empresarial de la producción televisiva actual. Frescura y acierto.