Caverna
Se equivocó muy seriamente Joan Laporta cuando habló de la "caverna mediática española". No es "española". Es "madrileña". La española le ataca a él por catalanista, pero la madrileña nos ataca o denosta a los culés simplemente por culés, no ahora, siempre. Y un presidente del Barça debería estar para defender a los culés, no a los catalanistas. Pero bueno, si ya soportamos a Josep Lluis Núñez -El rey del chaflán, como le llamaba Vázquez Montalbán- o a la loca de Joan Gaspart, aguantar que ahora a Laporta le hayan entrado aires de Francesc Macià y quiera conquistar el mundo a lomos de Guardiola es un juego de niños. Peor estaba el patio, infinitamente peor, cuando nuestra mayor alternativa ofensiva era colocar a Alexanko de delantero centro. Lo que no cambia -nunca lo hará- es la caverna mediática madrileña. Estos días la noticia de moda es el fichaje del tal Canales, un chaval muy mono que en menos de dos años, cuando empiece a salir de bares por Madrid, tendremos hasta en la sopa y en los anuncios de calzoncillos. En verano fueron los fichajes de Kaká, el Cristiano y compañía, anunciados como el advenimiento del Mesías. También está ahora el asunto de la renovación de Guardiola y su inventada o cuando menos exagerada mala relación con Laporta. Así es la prensa de Madrid, no soportan que las cosas vayan medio bien en Barcelona, es superior a sus fuerzas. Y no es sólo una cuestión relacionada con el Real Madrid, es Madrid en general. Hace unos días, en las retransmisiones del Atlético de Madrid-Recreativo de Huelva, daba vergüenza ajena escuchar en televisiones y cadenas de ámbito nacional cómo locutores y comentaristas eran incapaces por completo de disimular su filiación. Por supuesto, no había comentarista onubense alguno invitado. Y luego hablan de nacionalistas.