Nos están dando la puntilla desde la tele, desde los periódicos, desde la radio. Y ya no se habla de otro asunto en la calle, lo poco que se puede hablar por la distancia. Porcentajes, tantos por ciento, estadísticas. Ingresados en el hospital, en las UCI, muertos, secuelas físicas y dale que te dale, mañana, tarde y noche. Buen negocio. Y todavía hay idiotas que pasan de todo, porque no se les ha muerto el padre, la madre o la abuela. Ya sabemos que tenemos que morir (como nos recuerda otro célebre idiota: Bolsonaro), pero cuando nos toque. No se aprovechen tanto de las actuales circunstancias, queridos medios de comunicación. Ya sabemos que los países conquistadores y colonizadores ponían como excusa de su expolio la civilización y la religión. Pero era el negocio de lo que se trataba; y de la apropiación. Informen sobre el virus un día a la semana, por favor. De lo contrario, ya bajaremos el testuz y nos clavan la puntilla.