Todos estos últimos días se han vertido ríos de tinta sobre la situación del acuerdo del Antiguoko con el Athletic, y quizás no se ha hecho hincapié en el fondo de la cuestión y no es otra que la deriva autoritaria de la Junta Directiva durante estos últimos años. Para ello necesitaban dominar la composición de la masa social. Esto lo han conseguido a lo largo de estos años, legal pero no moralmente, al incluir en las listas a toda una serie de familiares, amigos o empleados. Como ejemplo flagrante, tenemos al vicepresidente, don Roberto Montiel, con el control de un 10% de la masa social.Esta forma de actuar provoca la no admisión como socio de cualquiera que no sea de su cuerda, independientemente que sean socios fundadores, espónsors, entrenadores o jugadores del club. Por ello, nos quejamos y corroboramos punto por punto, lo que han dicho los socios que escribieron una carta de queja sobre la gestión de la Junta Directiva del club. Nosotros presentamos los cinco avales necesarios, hace seis años, para solicitar el ingreso en el Antiguoko, como marcan sus estatutos, y recibimos una escueta nota donde se nos negaba la entrada, sin explicación alguna. Esta es la realidad de una masa social manipulada y controlada casi en su totalidad. Cuando leemos al sr. Edorta, presidente del club, hablar sobre el futuro del club y la posibilidad de crecer y cumplir sus objetivos deportivos tras la firma con el Athletic, le queremos recordar que la transparencia y la discrepancia entre los componentes es un requisito esencial en cualquier institución democrática. De lo contrario, esta Junta está abocada al fracaso y al juicio social de todos los que quieren a este club antiguotarra.Por cierto, sr. Edorta, si usted lo cree conveniente, seguimos dispuestos a pedir el ingreso como socios y colaborar por el bien del club. ¡Aúpa Antiguoko!