Leo con estupefacción la programación del 55. Jazzaldia. Una edición que presumía este año de ser localista y que se recibió con buenos ojos, y más en estos tiempos difíciles que corren para el mundo de los artistas precisamente. Me pregunto por qué hay grupos que repiten, dos, tres y hasta cuatro veces en días consecutivos, algunos de ellos extranjeros.¿Es que no hay en nuestra ciudad suficientes propuestas musicales interesantes y poder así repartir el pastel?