“La gran suerte de recordar”

Tuitea Pello Otxandiano que “este país tiene la gran suerte de recordar qué fue el 3 de Marzo en Gasteiz. Y, gracias a ello, podemos mirar al mundo, leer el momento actual y hacer un ejercicio de análisis consciente”. En efecto, tenemos la gran suerte de recordar qué pasó en 1976 y desde ese año hasta que, en 2010, ETA mató por última vez. Y la mención a ETA la hago porque Otxandiano, precisamente, ocupó un sitio en la dirección de Sortu como hace ahora David Pla. Pero en la izquierda abertzale saben que eso da igual, que la memoria de “este país” (patxilópeziana expresión) es extremadamente selectiva y juega a favor de Bildu.

Más (y mejor) memoria

El programa de Jordi Évole sobre el 11-M ha tenido mucha repercusión, como suele ser habitual, en X. Lo que más me ha llamado la atención de esos tuits es que los recuerdos parecen muy precisos en algunos periodistas: ahora parece ningún periodista se tragó aquello de que “ha sido ETA”. Ayer, en El País también sacaban el jabón. Pero si uno busca “portadas sobre el 11-M de 2004” en Google, una de las primeras entradas es una recopilación de Libertad Digital (ese medio facha, sí) de hace 10 años. Lo que hoy tuitean algunos y lo que publicaron entonces parecen cosas muy distintas. Qué pena de profesión.

Y un poquito más de cultura

Si el ministro español de Cultura ha aprovechado su altavoz en el Congreso para entrar en la campaña vasca como un elefante en una cacharrería, ahora tendrá que recoger esos cacharros del suelo: en Diario Red recuerdan cómo “el Ministerio de Cultura de Iceta sitúo a la capital saharaui bajo soberanía marroquí y Ernest Urtasun se niega a corregirlo” y le pasan otra factura a Sumar. Pues si cultura política demuestra poca (asimilar el discurso de su partido al de Bildu solo beneficia a Bildu), sensibilidad política demuestra aún menos perseverando en el error histórico sobre el Sahara que cometió el gobierno español más progresista.

Otro error histórico

Un error histórico más global que el que ha cometido España con el Sáhara, es el que está cometiendo el mundo con Palestina: estamos viendo cómo Israel aniquila a la población y nadie hace nada. Ursula von der Leyen dice en X que se siente “profundamente afectada” por la matanza de civiles que recogían ayuda humanitaria y que “apoya a la población civil”. Qué pena que von der Leyen no sea algo importante como, qué se yo, presidenta de la Comisión Europea, para poder hacer algo concreto como sancionar y bloquear cualquier contrato con Israel, y presionar para que el gobierno ultra de Netanyahu deje de asesinar.

No voy a dejarlo pasar

Aunque tarde, no voy a dejar pasar el tuit de Endika Martínez, posterior a la agresión que sufrió en los alrededores de San Mamés antes del partido contra el Atlético: “Acabamos la jornada en urgencias con varias grapas en la cabeza por un botellazo”. Y continúa: “Hay quienes no saben disfrutar si no es agrediendo, insultando y provocando. Vistan los colores que vistan”. Nadie de la “grada popular” (pocos nombres habrá menos fieles a lo que son) se ha manifestado por Endika, aunque sí lo hicieron por sí mismos antes del partido contra el FC Barcelona. Quien empoderó a ese colectivo, ahora, que lo desempodere.