Hacemos un repaso a las esquelas televisivas del año. La familia de la tele (RIP) es ya un fracaso reconocido hasta por sus propios extrabajadores. Todo lo que podía salir mal salió mal y todo lo que se podía haber hecho mejor se hizo peor. Pensaban que con su carita bonita les bastaba pero la gente les reclamó un programa currado y con contenido, que es justo lo que no tenían previsto. El enésimo intento de meter a Belén Esteban y su troupe en la tele pública fue una pesadilla al estilo del último capítulo de Los Serrano pero también un caballo de troya, que les ha permitido quedarse a unos cuantos (muchos) como presentadores o colaboradores en distintos espacios de la tele pública, algunos de la misma productora incluso. La familia no recibe.

Cuánto, cuánto, cuánto (RIP). Todavía caliente, se vendió como la gran apuesta de la temporada y un intento de revivir en TVE los grandes formatos del pasado al estilo del ¿Qué apostamos? Duró dos noches y se hicieron largas. La extraña mezcla entre hacer un homenaje y una parodia chorra con demasiados tiempos muertos y mucho sucedáneo de las Cacao Maravillao y el Telecupón provocaba incomprensión y una pregunta: cuánto, cuánto, cuánto podía durar eso en pantalla: pues dos programas. No se le echará en falta.

59 segundos (RIP) resucitó, doce años después, de la mano de Gemma Nierga, que nunca entendió la mecánica del debate mandando subir una y otra vez los micros que caían al cumplirse el tiempo para que el tertuliano siguiera dándonos la chapa el tiempo que quisiera. Merece un minuto de silencio.

Caiga quien caiga (RIP) volvió a Tele 5 con Santi Millán haciendo de Wyoming en las pausas de grabación de Got Talent. Cumplió las expectativas: fue flojo y tuvo una vida breve, aunque ni siquiera dejó un bonito cadáver.

La conexión (RIP). TVE fichó a Lara Álvarez, que hizo con este programa su particular cuatro en raya, tras los fracasos telecinqueros de La mejor generación, A tu bola y Me resbala. Dejar Supervivientes no fue tan buena idea: ya nada le sobrevive en la tele.

Jeopardy y La pirámide (RIP). TVE adaptó dos concursos desfasados y aburridos. El primero ya fracasó hace la tira en Antena 3 y el segundo, con un regusto amargo a tele vieja, pasó a mejor vida después de recibir las santas audiencias.

La garita (RIP). Duró dos días en el verano de La 1, y ahora TVE ha intentado recuperarlo a las tantas en La 2 con similar resultado: duró un día. Cuando algo es malo no hay cadena ni horario que lo soporte. Amén.

José Mota No News (RIP) fue, efectivamente un gran no, que no le ha impedido que vaya a volver a estar la noche de fin de año en La 1; eso sí, con el formato de siempre heredado de Martes y 13. ¡Aleluya!