Pero sigue siendo el rey…
“El Supremo blinda a Juan Carlos de Borbón para que no pueda ser procesado por delitos contra Hacienda” (Público). En concreto, “la inadmisión del Supremo cierra la puerta definitivamente a que puedan investigarse judicialmente los presuntos delitos fiscales cometidos por el anterior monarca cuando, tras su abdicación, en 2014, perdió la inviolabilidad”. Lo normal, vamos. El mismo TS que anula la transferencia de la competencia para homologar títulos universitarios extranjeros en Euskadi. Y el mismo tribunal que avala las sentencias que consideran discriminatoria la exigencia del euskera. ¿Alguien se sorprende?
Cuando votas por las risas
“Los dos eurodiputados de Se Acabó la Fiesta rompen con Alvise y se declaran independientes”, leo en El Imparcial. Por supuesto, no dejan el escaño y, bien pensado, mejor que no lo hagan: ¿quién les sustituiría? ¿Alguien más afín al jefe? En cualquier caso, el daño ya está hecho: no vamos a recuperar el dineral que nos cuestan Nora Junco y Diego Solier, que le reían las gracias a Alvise Pérez, que le jaleaban, animaban y aplaudían, que pensaban como él cuando formaron la agrupación que les ha llevado a Bruselas y Estrasburgo. ¿Qué van a defender ahora? ¿A qué van a dedicarse? Esto es lo que pasa cuando votas por las risas.
Y cuando votas con rabia
Donald Trump no puede seducirte con sus discursos ni con sus ideas. Donald Trump solo puede seducirte porque le crees capaz de cualquier barbaridad y lo que quieres es, precisamente, eso: que salte todo por los aires, que se jodan Europa, las personas inmigrantes, quien no tenga un seguro privado de salud y las y los que tenemos cuidado de escribir sin invisibilizar a nadie. Lo cierto es que había tanta gente cabreada (y sobre esto habrá que reflexionar) que el republicano arrasó y ahora tiene vía libre para sus barbaridades: “Reabrir Alcatraz como pretende Donald Trump cuesta mil millones de dólares” (El Economista).
Otra reflexión
Luca de Meo echa mucho morro a sus argumentos sobre por qué sucede esto que denuncia: “Hoy, uno de mis obreros no se puede comprar un coche nuevo, ni un Dacia” (Híbridos y Eléctricos). El consejero delegado de Grupo Renault señala a las regulaciones, pero no dice nada, sorprendentemente, del precio base de los vehículos, que es el primer elemento que valora una o un potencial comprador. Tampoco explica por qué cada grupo e incluso cada marca están desarrollando una tecnología, o cómo China, también con las obligaciones de la Unión, consigue vender más que EE.UU. y Europa, juntos.
¿Y luego, qué?
David Broncano se desinfla y, por muy bueno que sea, Andreu Buenafuente siempre se dirigirá a un público no mayoritario. Así que esta RTVE que tira la casa por la ventana como si no costase ha apostado por valores seguros: María Patiño y Belén Esteban. Son muchas las crónicas que encontramos ayer sobre el estreno de ‘La Familia de la Tele’, la mayoría despreciaban su 9%, salvo algún digital muy escorado al socialismo, que lo aplaudía. Entre todos, el texto más divertido seguramente sea el de Óscar Rus en El Independiente, que define el programa como “un cruce de universos curioso y más difícil de explicar que el de Marvel”.