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El nieto de la Patro

Preparados

a renovación forzosa del PP ha echado a andar. Como en los tiempos de la Roma imperial, en unos pocos días sus propios compañeros de partido, e incluso amigos, su guardia pretoriana, se cargaron a Casado. Aunque llegó a la presidencia de carambola tras la lucha entre Cospedal y Soraya, se nos vendió como el nuevo mirlo blanco. Poco duró su luna de miel. Desde el primer asalto, se le veía noqueado por el cuadrilátero de la política española, dando bandazos entre la derecha y la extrema derecha. El senado romano podía decretar una damnatio memoriae, una condena sobre todo recuerdo del emperador fallecido que permitía eliminar toda imagen y recuerdo, y hasta prohibir el uso de su nombre. El pobre Pablo ha sufrido un decretazo similar. Como al condenado a muerte al que le dejan decir sus últimas palabras, Casado dio hace unos días su último discurso, aunque ya se había inmolado políticamente hace mucho tiempo. Y así, arrancó la era Feijóo. En la etapa de Casado eché de menos a Rajoy, y Nuñez Feijóo me parecía el político del PP más centrado. Pero algo les pasa a algunos que cuanto más se acercan a la España madrileña, se transforman. Donde había un político comedido y prudente, hemos visto a uno al que cada vez que le ponen un micro, pisa un charco. Donde esperábamos un mensaje claro ante la extrema derecha, nos hemos encontrado con un líder que mira para otro lado cuando el PP castellano y leonés se ha entregado a Vox. La confirmación de que habrá que seguir esperando a la renovación del principal partido de la oposición, ha sido ver cómo Feijóo se lava las manos ante la corrupción pasada y presente que rodea a su partido. Como aquellas aves blancas ennegrecidas por el chapapote, las alas del PP de Feijóo siguen manchadas por la corrupción y la cohabitación con Vox. En el nuevo lema del PP dicen estar "Preparados". Nos falta saber para qué.