odos los días me saluda algún conductor que no conozco mientras me corta el paso cuando me dispongo a cruzar un paso de cebra. No sé qué desajuste neuronal sufren cada vez más conductores, que antes cuando cruzabas un paso de peatones, en tiempo y forma, provocabas el efecto reflejo de que su pie pisara el freno para detenerse, pero ahora lo que hacen es levantar la manita como si te saludaran en plan disculpa-no-es-que-no-vaya-a-parar-para-que-pases-es-que-ni-voy-a-hacer-el-amago-de-frenar-un-poco-y-fingir-que-no-me-da-tiempo-que-tu-vida-merece-como-mucho-un-pequeño-giro-de-volante-para-rozarte-la-jeta-sin-atropellarte-que-tendría-que-parar-para-ver-si-conservas-las-piernas-y-llevo-prisa. Mucha nueva normativa de tráfico, mucha campaña con radares fijos, coches camuflados y helicópteros sobrevolando pero si quieres pillar a un cretino al volante no hay más que poner a un guardia en un paso de cebra y verá de todo, desde el que no frena al que acelera, pasando por el que ni se entera de tu existencia porque va hablando o mirando el móvil. Hoy dos cretinos y una cretina me han levantado la manita mientras jugaban a atropellarme. Igual la próxima vez yo también respondo pero levantándoles el dedo y no precisamente para hacer autostop.