l pasado jueves, día 13, se conmemoró el Día de la Depresión y este lunes, por ser tercer lunes del mes de enero, nos tocará enfrentarnos al que está considerado como el día más triste del año. O eso decretó hace unos años un psicólogo aburrido sin mucho mejor que hacer que escribir de golpe el horóspoco para los doce signos del zodiaco, y seguramente con similar precisión. No es lo mismo estar triste que estar deprimido, pero la cercanía de fechas de ambas citas provocará que más pronto que tarde algún espabilado ponga en marcha la semana depre, de la tristeza o similar con descuentos en las tiendas como el Black Friday, el Cyber Monday, el día de los solteros, el de los enamorados, el del padre, la madre y el espíritu santo. Ya no nos caben los días con excusas para las compras compulsivas: hemos pasado del alcohol no ahoga las penas porque saben nadar al consumo de usar y tirar para compensar un mal día. Dice este señor que el lunes será el día más triste del año para todos. Ojalá fuera cierto, sería fenomenal saber dónde está colocado el listón de la tristeza en el año que nos queda por delante. Sobre todo para esos 300 millones de personas, de todas las edades, que sufren depresión en el mundo y no hay capricho, palabra, abrazo ni fecha en el calendario que les ayude a sentirse mejor. Todavía.