De acuerdo, los que pisan el césped están sin ideas y con plomo en las botas pero Imanol y sus asesores de banquillo no son ajenos al descalabro. El staff técnico presenta una miopía galopante a la hora de leer el partido. Cuando las cosas se tuercen se limitan a cambiar de cromos pero el dibujo táctico sigue igual cuando la solución pasa por modificar la táctica sobre la marcha. Vemos al técnico de Orio desorientado y sobre todo sin recursos y a los jugadores dominados por la ansiedad. Menos mal que tenemos el riñón cubierto porque si no...