A Pedro Sánchez le ha tocado bailar con la más fea: Pablo Iglesias le ha pedido que le saque a la pista, como lo pide en las películas la chica empollona con gafas y escasas habilidades sociales, y Pedro, que es un caballero, lo ha hecho, aunque mientras le intentaba llevar al centro de la pista, sus ojitos se posaban en Albert Rivera y le hacía un guiño a Casado, tipo “porque tú no quieres, tontorrón”. Pero en cuanto notó de qué pie cojeaba su pareja de baile, el izquierdo, y que los pisotones duelen, detuvo el baile sin que acabara siquiera la primera canción. Con la mirada puesta de nuevo en Casado y Rivera, que junto a su amigote Abascal juegan a echarse una risas haciéndose los imprescindibles, Sánchez se anima a bailar con la amiga de la más fea, que tampoco le atrae nada pero es algo que siempre queda bien en las pelis y quizás sirva para ablandar el corazón de Albert y en la próxima canción acepte. Pero resulta que la chica cojea del mismo pie y Sánchez teme que bailando juntos parezca que sea él quien cojea del pie derecho. Así que vuelve a pararse en seco. Va adonde su amor platónico, pero Albert le da naranjas. Y es tal su desesperación que Pedro pide a Casado que, al menos, le mire cómo baila solo. Y empieza a hacer aspavientos en la pista mientras los tres de Colón piden al dj que ponga la canción más humillante.
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