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El heroísmo no está de moda

Hace unos meses estuve en una convivencia de jóvenes. A aquel encuentro acudía gente de mi ciudad con los que tenía estrecha relación y otros a los que no conocía, pues eran de otras ciudades. Aquellos a los que conocí allí fueron sorprendentemente amables conmigo. Por el contrario, los compañeros con los que llevaba mucho tiempo relacionándome parecieron olvidarse de mí en un instante. Todos, salvo un chico de 16 años. Pese a su juventud, fue capaz de ayudarme en todo aquello que necesitara, lo que terminó siendo una inquebrantable amistad.

¿Os habéis identificado con esta historia? ¿Habéis ayudado a alguien con alguna necesidad física, psicológica, económica? Todas estas personas que, como mi amigo, han conseguido ayudar a otro son héroes de esta sociedad. Estos héroes no son como Batman o Spiderman, no tienen capa ni vuelan, no tienen superpoderes sino que hacen de lo ordinario y del día a día un regalo para los que están a su lado. Los héroes pueden ser gente como tú y como yo, que con un gesto humano pueden “salvar” la vida de otra persona o hacérsela más fácil. ¿Has sido héroe alguna vez? Mi amigo, como tú, es una persona corriente con un corazón alucinantemente grande (aunque, a veces, yo crea que viene de otro planeta) .

Sin embargo, esta historia parece ser, por desgracia, muy poco común en la sociedad de hoy. El filósofo Nietzsche, muy influyente en esta sociedad, aboga por un estilo de vida egoísta basado en el yo. Y eso mismo es lo que podemos encontrar a nuestro alrededor. Cuando voy por la calle la gente no se preocupa de apartarse un poco y facilitarnos el paso al resto de transeúntes. Otro ejemplo más egoísta aún: cuando pasa algo grave en la calle, en vez de ayudar, la gente se pone a grabar con sus móviles de última generación y a alguno se le suele escapar alguna que otra carcajada.

El ser humano es un ser social por naturaleza, un ser que no es ni será autosuficiente sino que necesita de los demás para sobrevivir. Sobrevivir se puede interpretar de dos formas diferentes: la simple superviviencia o sobre-vivir, vivir por encima de lo superficial e ir a lo sustancial.

Si aquella convivencia hubiera sido el guion de una película, y este chico hubiera sido el actor principal, habría influído de tres maneras en el espectador: no me ha llegado nada del mensaje y no hago nada para mejorar; me ha llegado el mensaje e intento cambiar aspectos de mi vida a favor de otros; o me ha llegado el mensaje pero no tengo intención de hacer nada por cambiar (inmovilismo). Mis compañeros ya están intentando cambiar. No es fácil, pero si se quiere, se puede (título de una canción cantada por personas con diferentes minusvalías). Yo, por cierto, soy una de esas miles y millones de personas en el mundo que necesitan ayuda para varias cuestiones de la vida. ¿No serás tú una de ellas?