Allá por el siglo XVII, el poeta inglés John Donne escribió un precioso y quizás “premonitorio” poema, Las campanas doblan por ti, sin ni siquiera imaginar que serviría de “inspiración” para escribir la famosa novela de Hemingway Por quién doblan las campanas, y que sería llevada al cine (relatando los convulsos tiempos de nuestra Guerra Civil). Las campanas también “doblaron” en un sencillo y sentido homenaje a las víctimas y familiares de los atentados ( para siempre en el recuerdo) de Barcelona y Cambrils al cumplirse un año de aquel fatídico 17 de agosto, difícil de olvidar. “Sonó” con fuerza el poema de John Donne pese algunas voces “discrepantes” con ideas “políticas” están totalmente fuera de lugar, en un acto que solo y exclusivamente pertenecía a las víctimas, que no son “patrimonio” de nadie. Quedémonos con alguno de sus párrafos, donde recoge creo que, sin duda, el “sentir” del protagonismo de todas y cada una de ellas: “Ninguna persona es una isla, la muerte de toda persona me afecta porque me encuentro unido a toda la humanidad. Por eso, nunca me preguntes por quién doblan las campanas, doblan por ti”.