Ya conocen la fábula de Félix María de Samaniego. Elisa ordeñó a las vacas, llenó el cántaro y sin pérdida de tiempo se puso en camino para vender la leche al mejor postor. Se colocó un paño en la cabeza y luego puso la vasija encima en dirección al mercado. Mientras hacía el recorrido su imaginación desvariaba con sueños cada vez más arriesgados. “Con el dinero que saque de la leche -pensaba-, me compraré huevos, que más adelante se transformarán en pollitos a los que alimentaré con trigo y maíz, hasta que se conviertan en gallos y gallinas. Con lo que me den por su venta, compraré un cerdito, que cambiaré por una ternera lechera, y con lo que ahorre iré de tiendas y adquiriré vestidos, zapatos, bolsos y maquillaje”. Su imaginación subía de grados, trasladándola al interior de palacios, con príncipes azules, cuando uno de sus pies tropezó con la raíz de un árbol y el cántaro cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos. Allí terminaron sus fantasías, devolviéndole a la realidad del día a día. Veo a Albert Rivera como a la lechera, colocándose un aguamanil en la cabeza, como hizo Don Quijote con el yelmo. Es cierto que Ciudadanos exprimió la vaca el 21-D, y llenó su vasija dejando al PP seco en Catalunya. Ahora la leche se le ha subido a la cabeza y ha emprendido un camino poco inteligente, disparatando y disparando insultos a diestro y siniestro. El triunfo en Catalunya ha sido relativo, porque el terreno se lo abonaron independentistas y centristas. Ciudadanos crece en zona de broncas, de enfrentamientos, de irracionalidades. Ahora pretende generarlas en Euskadi, despertando los instintos más viscerales de los españoles. Lo cierto es que las encuestas de El País y compañía no son realmente más que pollitos, cerditos y terneras. Cuando llegue al mercado se verá si tiene algo en las manos, o solo conserva un trozo del cántaro. Rivera necesita que se hable de Ciudadanos, y provoca a las fuerzas mayoritarias para hacerse oír. Yo no entraría al trapo, porque el de la lechera no consiguió evitar que la vasija se quebrara.