‘Patria’. Algunas puntualizaciones
He terminado recientemente su lectura y aunque no soy un crítico literario sí me considero un lector integérrimo -que no es lo mismo que acérrimo que se confunden con frecuencia ambos términos opuestos- sí me atrevo a decir que es un buen libro. No sé si es una novela de relatos o relatos hechos novela. En cualquier caso tiene un gran dinamismo en la exposición, favorecido por la brevedad de todos sus capítulos, gran poder descriptivo de los personajes y una fiel recogida de aquellos sucesos, tristes de algo que no debió suceder. Objeciones: al autor se le olvida nombrar las siglas de Gal, el Batallón Vasco Español, la Triple A, los Guerrilleros de Cristo Rey y la vesania con la que actuaron frecuentemente las fuerzas policiales estatales. Los que vivimos muchos años en la Parte Vieja de Donostia tenemos recuerdos vividos de aquello. Las siglas de ETA surgen constantemente sin que ello sea, ni mucho menos, una crítica por mi parte en ese sentido. Además tengo señaladas dos páginas: en la 182 el autor relata cómo estando Nerea y Quique un viernes por la tarde en el Barandiaran, al ver el desfile de los familiares de presos de ETA el personaje -de ficción o realidad- le susurra al oído a Nerea: ¡Ahí van la procesión de los asesinos?!, y se queda tan ancho. Sr. Quique: esos señores tienen parientes en la cárcel y llevan muchos años saliendo todos los viernes del año sin faltar uno para pedir que se cumplan las leyes penitenciarias españolas. Además lo hacen guiados por la Policía Municipal de Donostia. Con toda la legalidad. Los de las otras siglas no tienen ese grave problema. En la página 484 Bittori, hace unos comentarios despectivos, creo que referidos al obispo emérito Setién, llamándole poco menos que obispo en convivencia con los asesinos de ETA. Bittori no sabe que a dicho obispo se le tildó de etarra por rezar un Padrenuestro en euskera y todavía más cuando dijo que había que amar a todo el mundo. Tiene narices, Bittori, que desde los subterráneos de las cloacas franquistas, todavía se siguieran divulgando estos insultos desde el ámbito mediático, prensa radio y televisión. Que quede claro, Bittori. Al autor de Patria, prometo seguir leyendo.