Quincena Musical
Se dice que en la variedad está el gusto. Sin embargo, pese al aumento presupuestario, la Quincena Musical sigue sin cambiar de formato. Música de cámara, coral, recitales y conciertos sinfónicos a porrillo reducen a la mínima expresión el arte lírico, una ópera en concierto y otra escenificada, naturalmente, de Mozart. Resulta curiosa la fijación que el Sr. Alfaya siente por el compositor de Salzburgo. A lo largo del año nos machacan a conciencia con el Mozart sinfónico, pero al parecer es poco y nos enchufan el Mozart operístico para la Quincena. Y digo yo, ¿no sería posible concederle unas merecidas vacaciones en verano? Por otro lado, ¿para cuándo las grandes obras líricas de mayor calado popular? Norma, Lucía Aida, Pagliacci, Trovatore, Fausto, Nabucco, y un sin fin más, llevan muchas décadas ausentes de la programación. De acuerdo, Mozart es genial, único, inimitable, pero va siendo hora de rebajar el diapasón sinfónico y subir el tomo “belcantista”, desde siempre, piedra angular de la Quincena donostiarra.