La cantante catalana Silvia Pérez Cruz (Palafrugell, 1983) protagonizó durante la noche del sábado el momento más emotivo de la gala de los Goya 2017, cuando recogió el premio a la Mejor Canción Original por Ai, ai, ai, tema perteneciente al musical Cerca de tu casa. La cantante y actriz dedicó el galardón a los desahuciados, protagonistas de la película dirigida por Eduard Cortés. Y en lugar de soltar el discurso de turno, Pérez Cruz prefirió cantar a capella un fragmento de la canción No hay tanto pan, porque “tiene más sentido que lo que se pueda decir”. Con voz modulada que brotaba del alma entonó “Mentiras, sonrisas y amapolas/ Discursos, periódicos, banqueros y trileros./...te roban y te gritan/ Y lo que no tienes también te lo quitan/ No hay tanto pan, pan, pan/ No hay tanto pan, pan, pan/ Es indecente y es indecente,/Gente sin casa, y casas sin gente”. El teatro se llenó de aplausos y también las redes sociales, con naturalmente las consabidas excepciones. Silvia, para la mayoría profana era casi una desconocida y sin embargo lleva tiempo sobre los escenarios. Es licenciada en canto-jazz por la Esmuc, forma parte del cuarteto multicultural Las Migas, y ha interpretado El jardi del cinc arbres con textos del poeta Salvador Espriu. Colaboró con el espectáculo flamenco La leyenda del tiempo, 30 anys despres. Canta en catalán, castellano y fados, con obras tan notorias como Vestida de nit (2006), Pequeño Vals Vienés (2014), No hay tanto pan (2016), o He mirat aquesta terra, con música de Raimon. La melodía de No hay tanto pan me ha golpeado el cerebro y me obliga a reflexionar por la responsabilidad que tenemos los medios en la expansión y morfología de tanta injusticia. Nuestra labor o es crítica hacia el poder o es una enorme milonga. Sorprende cómo unas palabras tan básicas puedan encerrar tanta verdad, y cómo grandes discursos están tan vacíos. Pienso en los banqueros y en los políticos, sobre todo en los que se dicen de izquierdas. La canción es implacable: “Es indecente, es indecente,/ Gente sin casa, y casas sin gente”.
