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NOTICIAS DE GIPUZKOA y el Athletic

Apreciado Adolfo Roldán:

Permíteme que, en primer lugar, me presente. Nací en Legazpi en 1944 y resido desde 1974 en Zumarraga, pueblo natal de mi esposa y donde nacieron mis dos hijas.

En torno a la mesa de la cocina escuché una y otra vez los avatares de la guerra por boca de mi aita, nacido en Alegia y que marchó voluntario al frente junto a los dos hermanos de mi ama, que fueron hechos prisioneros en Bilbao y conducido a la Ciudadela de Iruñea mi aita y a un Batallón de trabajadores mis tíos.

Los aitas se casaron en la Basílica de Begoña y se trasladaron a vivir a Legazpi, pues le ofrecieron trabajo en la Papelera Elorza, que estaba militarizada y donde de manera urgente tenían extrema necesidad de un maquinista que se encargara de la fabricación de papel, tal como reza en el panel situado a la entrada del museo Chillida Lantoki. Por aquel entonces el Athletic estaba considerado como un símbolo antifranquista y sus victorias en Madrid se consideraban una réplica a la barbarie franquista.

Como se sabe, las finales de Copa las jugaban el Athletic y “otro” equipo. Pues bien, cuando esto sucedía, mi aita me llevaba de la mano al bar Andres Enea, donde, cerradas las puertas, se ofrecía la retransmisión por radio de la final de la Copa del Generalísimo a unas doce personas que les unía un amor entrañable por nuestro país.

Había que ver a aquellos viejos gudaris cómo celebraban los goles que Eneko Arieta le endosaba al Real Madrid y qué decir cuando Piru Gainza levantaba la Copa que había recibido de manos del dictador Franco. En ese ambiente crecí, Adolfo, y desde entonces lo que siento por el Athletic es inenarrable. Pero ello nunca supuso que la Real no fuera mi segunda baza. Años después, estudiando en Donostia, coincidí cuando la Real se proclamó campeón de Segunda y retornó a la competición de élite, y recuerdo cómo se le recibió a la Real a la vuelta de Puertollano. Pues bien, allí estaba yo en las escalinatas de Alderdi Eder para celebrar el evento como se merecía.

Pero antes ya había acudido a Garellano para animarlos en su partido contra el Indautxu. Y después a homenajearlos como campeones a la vuelta de Gijón, esta vez en Zumarraga, en su vuelta a Donostia.

Por todo ello, no soporto que parte de la hinchada de la Real denoste a Carlos Vela por su felicitación al Athletic y a este bochorno se sume NOTICIAS DE GIPUZKOA, único rotativo del territorio en obviar en su portada su gran triunfo ante el Barça, tal como quedó de manifiesto en el programa de Klaudio Landa Sin ir más lejos y las explicaciones infantiles de usted, Adolfo, para no festejarlo.

Le diré que a usted le aprecio de veras y que siempre saludo sus comentarios en la prensa y sus razonamientos agudos en los análisis políticos que le toca hacer en el programa señalado. Le añadiré también que estoy suscrito a su periódico pese a sus desavenencias con el Athletic y le rogaría a este respecto, aunque sólo sea por marketing, pues por mucho que les pese, en Gipuzkoa los rojiblancos somos legión. Se lo agradecerán muchos lectores y las arcas de su periódico también. Estoy convencido de que los vascos de la diáspora lo han celebrado a conciencia y da pena que aquí, en Gipuzkoa, por culpa de algunos irreductibles, no. Pues ellos se lo pierden. Un fuerte y sentido abrazo, Adolfo.