Arjen e Iker
La foto de Damien Meyer de AFP ha dado la vuelta al mundo. El holandés Arjen Robben posa su mano derecha sobre el cuello de Iker Casillas, mientras ambos desfilan hacia los vestuarios. Alguien que no entienda de fútbol podría imaginar que son amigos y regresan satisfechos a la caseta después de la victoria. Pues no, se trata de un gesto que honra al holandés, por acordarse de su compañero desolado, responsable, según las crónicas, de tres pifias que acabaron en gol. Este gesto cariñoso entre dos deportistas de elite, para mí es más importante (perdón por el sacrilegio) que el tanteador final de 1 a 5, y que España tardará en olvidar. Dicen que con este resultado Holanda se ha quitado la espina del Mundial 2010, cuando en la final Casillas paró a Robben dos balones, minuto 62 y 88, en sendos mano a mano que hubieran cambiado el signo del campeonato. Yo de aquel día, solo recuerdo la foto de Casillas levantando la Copa, junto al resto del equipo, todos ellos con la boca abierta dando gritos. He repasado la hemeroteca y no he visto fotos de Casillas con la mano derecha en la espalda de Robben para consolarle. Seguro que también lo precisaba. Tal vez hayamos aprendido a ganar y a perder, pero todavía no sepamos hacerlo como señores.