Quien estas líneas suscribe creció, en todos los sentidos de la palabra, acompañado de un mensaje oculto en el lugar más recóndito de su cerebro y de sus sentimientos, irrepetible fuera de casa. Expresión vivamente sentida y escuchada a sus mayores en los albores de su tierna adolescencia en la confidencia e intimidad que daba el calor de la cocina... Corrían los sesenta: "Euzkotarren aberria Euskadi da-Euskadi es la patria de los vascos". Quien estas líneas susscribe "descubrió", de niño, un buen día, entre los libros de la biblioteca de su aita, en el muy largo pasillo de casa, un pequeño plástico tricolor, rojo, verde y blanco: la ikurriña. Sin negarlo nunca jamás, reafirmándome viva e intensamente en todo lo que tiene de sentimiento, compromiso y raciocinio, ratificándome en todos los extremos, pues me embarga la misma emoción y determinación vital, pero adecuándome a su vez a los tiempos que corren concibo Euskadi y sus símbolos como un proceso singularizado por variables específicas.
El futuro del Pueblo vasco no lo van a determinar sus peculiaridades étnicas, geográficas y lingüísticas. El futuro lo va a determinar el acierto en la selección de los objetivos que van a configurar las próximas etapas. Avanzar no es recuperar el pasado sino distanciarse de él. La historia del Pueblo vasco no es tan solo la historia de un yo que se va explicitando en el tiempo, sino también la de un fenómeno evolutivo que recibe la mayor parte de su impulso, contenido y orientación de su interrelación con otros pueblos del mundo. Es decir, el Pueblo vasco sí es un Pueblo en sí y desde sí, pero también un Pueblo en el mundo condicionado por la evolución general. Además, lo más importante de los pueblos, es lo que no han sido todavía, lo que quieren ser y no tanto lo que fueron los que le precedieron. El futuro de un pueblo no está implícito en su pasado ni se deduce de él, como no está implícita ni se deduce una compleja obra de arte de sus primeras pinceladas. Los pueblos más vitales son los que saben integrar más y mejor el esfuerzo creador y no los que se ensimisman con la ilusoria y empobrecedora pretensión de ser "fieles a sí mismos". Ni euskalduna naiz. Yo soy vasco/a. Basque Country. Euskadi.
La sociedad vasca tiene un fuerte sentimiento del "nosotros" y voluntad de seguir siendo, de autoproyectar y autogobernarse. Y ello pasa por apostar por un esquema dinámico y dialéctico de la identidad, y no por la pretensión de cosificar caracteres supuestamente permanentes e inmutables. Una identidad que no implica ningún tipo de yoidad, ni el despliegue de un ilusorio e inexistente designio metahistórico. No se trata de recuperación, ni de fidelidades del pasado, es un asunto de creación, de ir hacia delante, de evolución y de inteligencia. Una identidad que se ha estructurado en multitud de ámbitos, con historias, posibilidades y aspiraciones distintas, y no tan solo como un continuo proporcionado por las mismas condiciones de vida a habitantes de un territorio. La patria es abstracción comunitaria de cada pueblo que se puede convertir en fetiche peligroso cuando se disocia del proyecto de la ciudadanía, de la democracia y de las libertades, es decir, cuando olvida que el fin último de la patria es la persona. Euskadi no es patria abstracta, es colectivo de ciudadanos, hombres y mujeres, vascas y vascos concretos, con nombre y apellido, memoria histórica, símbolos, lengua y cultura, sentimiento de identidad, patrimonio colectivo común de formas mentales, imágenes, vivencias, prejuicios, mitos, símbolos, arte, hábitos, estereotipos, defectos y virtudes. Hablar de Patria Vasca, pensar en Euskadi y en sus siete herrialdes, Iparralde y Hegoalde (EAE y Nafarroa) significa reconocer la existencia de un colectivo vasco humano plural. Desde Bayona a Vitoria, desde Bilbao a Iruñea, desde Donostia a Maule, Donibane Garazi y Tudela. Ni euskalduna naiz. Je suis basque. Basque Country. Euskadi.
La nación vasca, la patria, Euskadi, es instrumento al servicio de la comunidad, es herramienta que ni ha existido siempre, ni es previsible el tiempo que interesará que siga existiendo. Pero que mientras quiere seguir siendo con arreglo siempre a la voluntad mayoritaria en este caso de los vascos y vascas como plebiscito cotidiano. Euskadi es nación y patria porque así es la voluntad civil y ciudadana de querer poder autogobernarse y autodirigir su proyecto comunitario. No se trata de conseguir el poder por el poder, sino de conseguir la capacidad funcional necesaria para la realización de un proyecto ambicioso elaborado en beneficio de la sociedad vasca. Basque Country.
Se trata de colaborar, no de subordinar. Se trata de encontrarse cómodos donde estemos, no de sentirnos colocados a la fuerza. Euskadi, Francia y España, y Europa por supuesto, son niveles de organización de la realidad que pueden ser perfectamente acordadas, consensuadas, compatibles y complementarios con un fin común: favorecer vidas individuales libres y creativas y sociedades prósperas y armónicas en las que merezca la pena vivir. El futuro de Euskadi, obviamente, será muy distinto al del presente? y lo mismo le ocurrirá a Francia-España, y qué decir de Europa. I am basque. Euskadi.
Los motivos de hoy, mucho menos los de ayer, no sirven para decidir los proyectos del mañana. Sobra visceralismo y sacralismo político y falta serenidad y lucidez. Los conceptos de identidad, nación y patria pueden jugar de forma muy distinta en el futuro para y en Euskadi: correctamente interpretados constituyen piezas fundamentales del proyecto nacional y social de los vascos y vascas, incorrectamente usados, pueden desnaturalizarlo. En fin, enfoques varios sobre Euskadi, siempre complementarios, nunca supletorios, al de aquel chaval de los sesenta y de sus secretos tan bien guardados. No se trata de competir en radicalidad independentista, ni de renunciar a principio ideológico alguno, no se trata de blandenguería ideológica, se trata de, siendo firmes en los principios, adecuarse al contexto y ser flexibles en el procedimiento. Ante la cuestión del autogobierno vasco todos toman postura. Bildu, Amaiur, Sortu, la antigua HB, o como se tercie, hablan con total regocijo pura y claramente de independencia, y como bien decía Josu Erkoreka este mismo mes en un medio de comunicación "?ahora que el Parlamento vasco es plenamente representativo de la sociedad vasca, creemos que es allí don de debe tratarse la cuestión del autogobierno vasco. El PP está tomando decisiones todos los días desde el Gobierno central casi siempre para recentralizar. El PSOE ha hecho pública una propuesta de modelo federal. Los catalanes están planteando una revisión completa de su autogobierno. Todo el mundo tiene su propuesta y algo que decir sobre el autogobierno, por lo que sería sorprendente que el Parlamento vasco fuera el único que no dice nada sobre este tema. El Gobierno Vasco no pretende protagonismo alguno, pero sí invita al Parlamento a afrontar el debate del autogobierno?". Je suis basque. Ni euskalduna naiz. Euskadi. Basque Country.
Este Alderdi Eguna, 29 de septiembre de 2013, en su 36 edición, reivindica con todo vigor y de una manera contundente, firme, diáfana y natural nuestra nítida definición: somos vascos y vascas, Euskadi es nuestra Patria, y EAJ/PNV es el cuajo, el instrumento, la herramienta y la palanca adecuada para posibilitar su concreción política en eso llamado y deseado como "Burujabetza" en un ámbito de decisión conocido por "Zazpiak Bat". Con todas las líneas anteriormente escritas, razonamientos y discursos bien o mal hilvanados o desarrollados, pretendo sinceramente avalar y alimentar mi humilde, pero incuestionable criterio, convicción íntima y parecer, esto es, que "Euskadi es la Patria de los vascos". Dicho de otra manera, poder manifestar en cualquier foro algo tan natural como que yo soy vasco/a. Ni más ni menos. Je suis basque. Sencillamente, sin pudor y con naturalidad. Pues eso. Ni euskalduna naiz. Bai. Euskadi. Basque Country. A todos los efectos?. I am basque!