EL Tribunal Supremo considera que llamar "botarate", "malcriado" o "paleto" a alguien, o al menos al juez Garzón, no es un insulto o no lo es si las palabras salen de la boca del ¿periodista? Federico Jiménez Losantos, quien también dijo de él que se salta las leyes "por un helado de chocolate" o que le han pillado "con las manos en la pasta". Lo que el juez deshabilitado sintió como un atentado contra su derecho al honor, otro juez considera que no lo es porque ni siquiera se han traspasado los límites de la libertad de información y expresión. Sin embargo, que un grupo de universitarios con los mejores expedientes académicos del Estado no salude al ministro Wert en una entrega de premios por estar en desacuerdo con los brutales recortes que está acometiendo en ese empeño de desangrar y desmantelar la educación pública ha sido tachado desde su departamento y su coro de palmeros poco menos que de atentado contra su honor, aunque los jóvenes, correctísimos, ni le insultaron ni le vacilaron. Ayer, diez días después del suceso, la número 2 de Wert, la secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio, demostró que todavía les escuece al llamar "maleducados" a estos jóvenes y asegurar que negar el saludo al ministro no tiene "justificación" y que lo "más coherente" hubiera sido que no aceptaran el premio ni su dotación económica. Curioso, no estrechar la mano a alguien es ser un maleducado pero llamarle "botarate", "malcriado" o "paleto" solo es libertad de expresión... o información. Atentos a las próximas protestas.
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