Cartas a la Dirección
hace seis años fui intervenida de pólipos mucosos con endometrio activo por histeroscopia. Salí del quirófano a las 15.000 horas, y a las 19.00 horas, aun estando con dolor, se me dio el alta, pues todo estaba dentro de lo normal. Antes de 36 horas ingresaba de urgencia por una suboclusión intestinal por adherencias a raíz de la histeroscopia realizada. Pero eso ya era otra historia, otro número más que contar, porque seguía viva. En el 2009 me extirparon la vesícula biliar por laparoscopia, pasando en el despertar más tiempo de lo previsto por problemas que todavía desconozco. ¿Que ocurrió en aquella sala? Fui dada de alta a las 48 horas, habiéndoseme dicho que pasaría dos días más, pero las prisas por cerrar la planta adelantaron el alta. Estaba tan bien que a las doce horas siguientes tuve un nuevo episodio de cólico biliar, pero seguía viva. El 23 de mayo de 2011 asistí a la incineración de mi hermano. Fue operado el día 18 de mayo de 2011 de una obstrucción de la arteria carótida. A las 48 horas fue dado de alta, pues todo estaba dentro de lo normal, pero no llegó a pasar doce horas en su casa cuando sufrió un derrame cerebral que le llevaría a un coma profundo, lo que conllevaría que pase en la UVI más de 36 horas.
¿No habría sido más adecuado esperar esas 48 horas en el hospital y observar cómo evolucionaba? De esa manera, esa noche no hubiera necesitado la asistencia de dos ambulancias (una de ellas medicalizada), una sala "susperketa", más dos días de UVI. A lo mejor, sin tantas prisas, mi hermano estaría vivo.
Pregunto al señor consejero de Osakidetza: ¿Este es el tan cacareado ahorro por estancia hospitalaria? ¿Le gustaría esto para usted? Porque el tiempo es oro para todos. Porque somos más que un número en las listas de Osakidetza, y porque somos más que historias que se olvidan con facilidad y, principalmente, porque sobre todo somos personas. Por todo ello? si estas prisas te afectan, no te calles.
María Luisa Pérez