Cartas a la Dirección
vaya por delante que siempre he pensado que el mandar delegaciones para estrechar relaciones con regímenes sanguinarios, aunque tengan petróleo, me ha parecido un error. El caso más significativo de esto fue la visita que hace algunos meses realizó un grupo de parlamentarios españoles, capitaneados por el presidente del Congreso a Guinea Ecuatorial.
Con Yemen pasa como antes ha sucedido en otros sitios: Túnez, Egipto, etc., que tienen un dictador que como en los lugares ya citados, era amigo de Occidente y que no quiere dejar el poder de ninguna manera. Para ello utiliza todo tipo de artimañas, incluido el miedo que hay en Occidente a que aquel país pueda caer en manos de un gobierno próximo a Al Qaeda. Ni que decir tiene que cada acto de protesta contra dicho régimen se convierte en un baño de sangre y que el país se encamina hacia la guerra civil, si no lo está ya.
Aunque sea un país que a diferencia de Libia no tiene petróleo (posee una producción muy pequeña), pienso que Naciones Unidas debería de actuar contra este régimen, pero de manera distinta a lo que se ha hecho en Libia, donde la crisis humanitaria generada después de la intervención militar de la OTAN ha sido incluso peor que lo que estaba haciendo Gadafi con su gente. Para ello basta con recordar el montón de personas que han perecido ahogadas al tratar de pasar el Mediterráneo, o el abandono denunciado recientemente por Médicos sin fronteras del campo de refugiados próximo a la frontera con Túnez. Por todo ello y resumiendo hacer algo sí, pero sin repetir errores.
Patxi Aznar Bellido